02/11: Buda
Vol. 9 (336 Págs.)
Osamu Tezuka – Planeta DeAgostini
2003
Con este noveno tomo, nos reencontramos con un
genio de la narración, de consumada habilidad en la expresión visual, en esta
humanística serie épica de la vida y los tiempos de Siddharta, mejor conocido en todo el mundo como Buda, recopilada en 10 tomos por Planeta DeAgostini, escrita y dibujada por Osamu
Tezuka. Tezuka evidencia su profunda comprensión de budismo
contextualizando las ideas del Buda;
el énfasis está en movimiento, acción, emoción, y el
conflicto del príncipe Siddhartha
escapando de casa, viajando a través de la India, y tocando las prácticas
hindúes como la auto-mutilación ascética y la opresión de castas. En lugar de recomendar la resignación y la impasibilidad, el Buda de Tezuka predica la iluminación al reconocer la interconexión de la
vida, tener compasión por los que sufren, y ordenar la propia vida con
sensatez. Todos los segmentos filosóficos que se
dejan ver en esta obra, son mechados en situaciones interpersonales de los
personajes, con el dinamismo visual innovador de un artista que se asegura de
no perder nunca la atención de sus lectores.
En este
noveno y anteúltimo tomo, la historia de Buda
como un iluminador de masas se completa finalmente. Un viaje que comenzó
bastante simple. Los hombres de todas las
castas como monjes, plebeyo, ladrones, y príncipes, se empiezan a unir por las
enseñanzas de Buda y dedican su vida
a seguirlo. Entonces, se unen hasta ser miles, ya
no son un puñado de seguidores sentados al lado de Buda.
En este
punto de la historia, el budismo se ha convertido en una secta en toda regla, y
con los numerosos seguidores nuevos, vienen también muchos disidentes, algunos
de los cuales amenazan matar a Buda y
poner fin a su predicación por completo. Buda y sus aliados más confiables lidian
con la forma de preservar las enseñanzas de la iluminación, por lo cual éste debe
dejar a todos sus discípulos con el fin de cumplir una vieja promesa. Toda la
trama se complica con la campaña de Devadatta
para reemplazar Buda, y cuando éste
regrese a su tierra natal para encontrarlo completamente devastado. Todo eso, junto con la reaparición de algunos personajes de las
primeras partes de esta historia, hacen de este volumen una gran historieta.
Con un regreso de Buda a su tierra
natal, vemos como Tezuka prepara
todos los plots para el desenlace final en el siguiente tomo.
El
enfoque de Tezuka es ligeramente
irreverente porque incorpora algo que los adaptadores occidentales a menudo evitan,
que es el humor. En una obra tan humana, y con tanto contenido teólogo y
filosófico, abundan los gags humorísticos propios de Tezuka, como los personajes que se
golpean, que se enojan, o que incluso rompen la cuarta pared y hablan directamente
con el dibujante de la historia. Es algo que hace amena la lectura, y no la
empantana en un mero relato histórico.
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