25/12: Welcome To The NHK –
Vol. 8 (198 Págs.) - Final
Tatsuhiko Takimoto y Kendi
Oiwa – Editorial Ivrea 2009
El día después de las fiestas, me decidí por una lectura ligera,
pasatista, que pueda leer con poco tiempo. Pero esta obra, no tiene nada de
pasatista, porque si bien se lee rápido y te entretiene mucho, también hace
pensar y reflexionar al lector, que a veces es lo que uno busca cuando se
encuentra con el arte. Los japoneses tienen palabras para todo. También tienen
gente para todo. Aquellos que viven encerrados en su habitación, aislados del
mundo que les rodea para abstraerse con vicios de todo tipo (manga, anime,
drogas, pornografía…) se conocen en Japón con el término Hikikomori. Aunque pueda parecer lo contrario en una
sociedad tan organizada, en la que el individuo tiene una profunda conciencia
colectiva, el número de jóvenes considerados hikikomoris aumenta
preocupantemente.
El
protagonista, Tatsuhiro Satou, es un joven de veintipocos que
vive aislado en su apartamento. Malvive con el dinero que le dan sus padres, el
cual va destinado preferentemente a productos de ocio que mitiguen su angustia
existencial. El pobre chico sufre de todo, inclusive síndromes inventados
especialmente para el manga como “el síndrome de lolita” y “el síndrome de
abstinencia social”. A pesar de su ostracismo, Satou entra en contacto con Misaki, una chica que
tratará de sacarlo de su burbuja; y Yamazaki, otro joven
bastante friki con el que emprenderá la tarea de programar un videojuego porno.
Y de esto trató esta divertida serie. Desde una óptica del humor, del absurdo,
de las situaciones exageradas y al límite, se tratan temas delicados de la
sociedad japonesa, y cómo la cruel competitividad y presión que esta ejerce en
los jóvenes puede causar estragos. Y el encanto que tiene la serie es reírse de
la manera en que están contadas problemas jodidos como la alta tasa de
suicidios, las drogas, el aislamiento, la pasión desmedida por el anime y los
videojuegos eróticos, etc.
En
este octavo y último tomo, Misaki y Satou finalmente se encuentran y durante medio año,
intentan sostener una relación de pareja, pero cuando él le pide matrimonio, ella
lo rechaza y se vuelve hikikomori en la casa de Yamazaki (él ya se había ido a la granja). Aquí se dejan en claro
muchos de los problemas internos que tienen que resolver los dos protagonistas,
y cómo se relacionan estos problemas con la presencia del otro. Al final Satou va a recoger unas cosas otakus de Yamazaki para venderlas, por que estaba
a punto de quebrar y no tenía un centavo
(como a lo largo de casi toda la serie), y allí se encuentra nuevamente con Misaki, quien le dice unas palabras que
parecen de amor, aunque no estamos ante un manga romántico, el amor aquí no
esta retratado de una forma convencional. Muchas lágrimas, y palabras muy
emotivas, que van perfectas con el tono de la serie, pero no voy a contar más
para no spoilear este buen final.
El
ritmo veloz del cómic japonés y la peculiar visión de la vida que tienen los
nipones aseguran que sus obras humorísticas sean originales y terriblemente
divertidas. Sin embargo, Welcome to the NHK
consigue desmarcarse del tono habitual de los manga para ofrecer un producto
diferente en el que hay lugar para la crítica y la reflexión social, escrito
por Tatsuhiko Takimoto, el autor de la novela
original. El dibujo también es un punto destacado, aunque no tenga la calidad y
la destreza de otras obras. Trazos sucios frente a la limpieza habitual del
manga, con un uso moderado de las tramas le dan originalidad al dibujo de Kendi Oiwa.
Por
suerte, es una obra que se encuentra en edición nacional por la Editorial Ivrea, así que no hay excusas
para hacerse con estos 8 tomitos de esta atípica y divertida serie.
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