viernes, 25 de diciembre de 2015

25/12: Welcome To The NHK Vol. 8 (Final)



25/12: Welcome To The NHK – Vol. 8 (198 Págs.) - Final
Tatsuhiko Takimoto y Kendi Oiwa – Editorial Ivrea 2009

El día después de las fiestas, me decidí por una lectura ligera, pasatista, que pueda leer con poco tiempo. Pero esta obra, no tiene nada de pasatista, porque si bien se lee rápido y te entretiene mucho, también hace pensar y reflexionar al lector, que a veces es lo que uno busca cuando se encuentra con el arte. Los japoneses tienen palabras para todo. También tienen gente para todo. Aquellos que viven encerrados en su habitación, aislados del mundo que les rodea para abstraerse con vicios de todo tipo (manga, anime, drogas, pornografía…) se conocen en Japón con el término Hikikomori. Aunque pueda parecer lo contrario en una sociedad tan organizada, en la que el individuo tiene una profunda conciencia colectiva, el número de jóvenes considerados hikikomoris aumenta preocupantemente.

 El protagonista, Tatsuhiro Satou, es un joven de veintipocos que vive aislado en su apartamento. Malvive con el dinero que le dan sus padres, el cual va destinado preferentemente a productos de ocio que mitiguen su angustia existencial. El pobre chico sufre de todo, inclusive síndromes inventados especialmente para el manga como “el síndrome de lolita” y “el síndrome de abstinencia social”. A pesar de su ostracismo, Satou entra en contacto con Misaki, una chica que tratará de sacarlo de su burbuja; y Yamazaki, otro joven bastante friki con el que emprenderá la tarea de programar un videojuego porno. Y de esto trató esta divertida serie. Desde una óptica del humor, del absurdo, de las situaciones exageradas y al límite, se tratan temas delicados de la sociedad japonesa, y cómo la cruel competitividad y presión que esta ejerce en los jóvenes puede causar estragos. Y el encanto que tiene la serie es reírse de la manera en que están contadas problemas jodidos como la alta tasa de suicidios, las drogas, el aislamiento, la pasión desmedida por el anime y los videojuegos eróticos, etc.
 En este octavo y último tomo, Misaki y Satou  finalmente se encuentran y durante medio año, intentan sostener una relación de pareja, pero cuando él le pide matrimonio, ella lo rechaza y se vuelve hikikomori en la casa de Yamazaki (él ya se había ido a la granja). Aquí se dejan en claro muchos de los problemas internos que tienen que resolver los dos protagonistas, y cómo se relacionan estos problemas con la presencia del otro. Al final Satou va a recoger unas cosas otakus de Yamazaki para venderlas, por que estaba a punto de quebrar  y no tenía un centavo (como a lo largo de casi toda la serie), y allí se encuentra nuevamente con Misaki, quien le dice unas palabras que parecen de amor, aunque no estamos ante un manga romántico, el amor aquí no esta retratado de una forma convencional. Muchas lágrimas, y palabras muy emotivas, que van perfectas con el tono de la serie, pero no voy a contar más para no spoilear este buen final.
 El ritmo veloz del cómic japonés y la peculiar visión de la vida que tienen los nipones aseguran que sus obras humorísticas sean originales y terriblemente divertidas. Sin embargo, Welcome to the NHK consigue desmarcarse del tono habitual de los manga para ofrecer un producto diferente en el que hay lugar para la crítica y la reflexión social, escrito por Tatsuhiko Takimoto, el autor de la novela original. El dibujo también es un punto destacado, aunque no tenga la calidad y la destreza de otras obras. Trazos sucios frente a la limpieza habitual del manga, con un uso moderado de las tramas le dan originalidad al dibujo de Kendi Oiwa.
 Por suerte, es una obra que se encuentra en edición nacional por la Editorial Ivrea, así que no hay excusas para hacerse con estos 8 tomitos de esta atípica y divertida serie.

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