21/12: 100 Balas (Integral) -
Vol. 4 (592 Págs.) - Final
Brian Azzarello y Eduardo Risso –
Planeta DeAgostini 2011
Como
ayer, continuó con lecturas de cómics adelantados a su época, hoy con el final
de 100 Balas. Tras una larga travesía de casi 10 años, con 100 números
publicados, "100
Balas", esa magnífica serie creada por Brian Azzarello
y Eduardo Risso, echa el telón. Y lo hace con este
último tomo de la versión integral publicada por Planeta DeAgostini, libraco de casi 600 páginas, que recopila los
números 100 Bullets 76 al 100. Esta última entrega me ha dejado un
cierto sabor agridulce. Y no sólo porque suponga el final de la serie. Con
independencia de la trama principal de conspiraciones, maquinaciones y
traiciones que implicaba al Trust y sus distintas familias,
el Agente Graves y sus milicianos, siempre me han parecido
mucho más interesantes las pequeñas historias o subtramas ajenas a la trama
principal, aquellas que ambientadas en los bajos fondos contaban crudas y
realistas historias de personas anónimas o de personajes secundarios.
La trama principal, estaba ahí, subyacente,
Azzarello nos iba dejando
pequeños detalles, dosificando la información, pero solo era el hilo conductor,
el verdadero meollo eran esas historias más o menos autoconclusivas. Sin
embargo, en este tomo final poco de eso existe, a excepción de la brutal historia del niño
pandillero Pip, porque
lógicamente los esfuerzos de Azzarello
se centran en tratar de cerrar la trama principal, poner al
descubierto las distintas confabulaciones, y pienso que lo hace de manera un
tanto atropellada y confusa. Todo sucede demasiado rápido y con demasiados
giros inesperados y traiciones sobre traiciones, resintiéndose un tanto el
clímax final. Como no podía ser de otra manera, todo acaba en una orgía de
violencia, muerte, sangre y destrucción, donde prácticamente no queda vivo ni
el apuntador. Y lo que parecía una intrincada y enrevesada trama conspiratoria
de la que íbamos teniendo información con cuentagotas, de repente se nos
desvela de golpe, quedando la impresión de que todo no era tan complicado como
a priori parecía.
El que sigue en plena forma es nuestro compatriota Eduardo Risso, cuyo trabajo a los lápices no sólo no ha decaído en ningún momento a lo largo de toda la serie, ni ha mostrado signos de agotamiento, sino todo lo contrario: ha ido ganando calidad con el tiempo, y en estas últimas entregas es el que ha sostenido el peso de la narración. Su increíble trabajo por sí solo justificaría seguir "100 Balas". Y además hemos tenido la increíble suerte de disfrutarlo durante los 100 números de la serie, algo más bien inaduito en el mundo del cómic actual.
El que sigue en plena forma es nuestro compatriota Eduardo Risso, cuyo trabajo a los lápices no sólo no ha decaído en ningún momento a lo largo de toda la serie, ni ha mostrado signos de agotamiento, sino todo lo contrario: ha ido ganando calidad con el tiempo, y en estas últimas entregas es el que ha sostenido el peso de la narración. Su increíble trabajo por sí solo justificaría seguir "100 Balas". Y además hemos tenido la increíble suerte de disfrutarlo durante los 100 números de la serie, algo más bien inaduito en el mundo del cómic actual.
En definitiva, pese a ese amargo regusto que
me queda, ello no empaña la enorme calidad de esta serie, ni los magníficos
momentos que me ha hecho pasar. Creo sinceramente que lo importante no es si el
final de la serie está mejor o peor resuelto (supongo que habrá opiniones para
todos los gustos), sino si este largo recorrido de 100 números ha valido la
pena. Y sobre eso no me cabe la menor duda que la opinión de todos aquellos que
hemos seguido la serie será unánime: ha sido un viaje fascinante y totalmente
enriquecedor. Por méritos propios "100
Balas" es una serie que no puede faltar en la biblioteca
particular de todo aficionado al cómic, tanto en esta versión de híper lujo,
como en la versión de 10 tomitos publicado en España por ECC, que se puede conseguir importada en el país en algunas
convenciones o comiquerías.
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