martes, 8 de diciembre de 2015

08/12: Scalped Vol. 7: El Blues de la Reserva



08/12: Scalped Vol. 7: El Blues de la Reserva (192 Págs.)
Jason Aaron, R.M. Guéra, Davide Furnó y Danijel Zezelj   – Planeta DeAgostini 2011

Probablemente, sea una regla que no figura escrita en ningún lado pero un síntoma que no falla para determinar el éxito de una serie es comprobar como su trama va alargándose artificiosamente a lo largo del tiempo para mantener al personal atrapado el mayor tiempo posible. Hay diversas técnicas para ello pero una de las más extendidas es incluir episodios autoconclusivos o de corta extensión –spin off- se llaman- dentro de la serie protagonizados por algún personaje secundario cuyo relato poco o nada tiene que ver con la historia principal. Sin embargo, hay ocasiones como algunas de las historias recogidas en “El blues de la reserva” en que el equipo artístico –sobre todo, el talento de un escritor como Jason Aaron- convierte esas historias en auténticas joyitas que no solo dan más empaque al relato principal sino que pueden llegar a ser recordadas por sí mismas dotadas de una nueva dimensión que logra despejar el punto en que las abscisas del beneficio económico se cruzan con la excelencia artística.

  El blues de la reserva”.es el séptimo recopilatorio publicado por Planeta De Agostini en el que se reúnen los números 35 a 42 de “Scalped”, la serie negra de indios norteamericanos con la que Jason Aaron y R.M. Guèra han dado nuevo lustre al género negro necesitado siempre de buenas historias.
 La historia que abre el tomo “Escuchar como gira la tierra nada tiene que ver con la historia principal pero en mi opinión es la mejor historia de todo el álbum. En ella Aaron desarrolla un emotivo relato en el que mezcla en dosis justas variopintas referencias para relatarnos a dos voces la historia de amor crepuscular de una pareja de ancianos indios que viven en lo más alejado de la reserva bien secundado por un Danijel Zelzej que en esta historia realiza un gran trabajo merced a su etilo feísta y sombrío de  trazo grueso que tan bien se adecua a la historia.
 La segunda historia recogida en dos episodios titulada “La buena acción de un español honorable y católico” es un ambicioso hard boiled en el que Aaron aborda con brillantez el tema de la homosexualidad en las reservas indias en la actualidad. Aaron desarrolla la historia a través de un juego de elipsis que quizás no resulte tan efectivo como debiera debido a las limitaciones de un Davide Furno que es probablemente el menos dotado de los dibujantes que aparecen en este tomo. A pesar de ello, la historia en que se denuncia una hipocresía que no es exclusiva de unos indios está lo suficientemente bien llevada como para resultar atractiva a cualquiera.
 La tercera historia, “Tradición Familiar”, recupera la labor gráfica del dibujante principal R.M. Guéra y sirve de prólogo a un arco de tres números “No deseados” que ya enlaza con la narración principal en el que Aaron explora los orígenes de los protagonistas Dashiell y Carol al tiempo que refleja con habilidad lo complejo de su relación sentimental y resuelve el dilema planteado sobre su propia paternidad denunciando la situación social de las reservas indias con un índice de embarazos no deseados y abortos de los más altos de Estados Unidos. Aaron desgrana con un admirable tratamiento psicológico las motivaciones que en el presente han de tomar los protagonistas legando a su plenitud en el último número de la trilogía pleno de brillantes recursos para resolver con éxito la complejidad de la historia planteada. Un último número que contrapuesto formalmente a la primera historia da a todo el tomo y las relaciones familiares que trata una coherencia no esperada al inicio de la lectura.
 En definitiva, “El blues de la reserva” es un cómic imprescindible a pesar que pudiera considerarse que más de la mitad de su contenido es mero relleno y sin duda es uno de los mejores cómics que ha aparecido en lo que va de año merced a un inspiradísimo Jason Aaron que se consolida como un magnífico y hondo narrador de género negro más allá de sus escarceos con el género superheroico que han sido frecuentes en los últimos años.

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