01/12: Crisis
Final (416 Págs.)
Grant Morrison, J. G. Jones,
Carlos Pachecho, Doug Mahnke y Matthew Clark – ECC Ediciones 2015
Todo llega a su final, es por eso que
decidí abrir Diciembre con la reseña de Crisis
Final, inaugurando el mes donde cierro en el blog las series que vengo
leyendo a lo largo del año. Crisis Final
fue en evento completamente alejado de los cánones habituales y prototípicos
del cómic mainstream. Quizá por ello fue tan criticado en su momento, habiendo
pasado a la historia como una saga incomprensible de la que poco o nada se
puede salvar. Personalmente no puedo estar más en desacuerdo. Grant Morrison es un gran guionista. No obstante, Morrison no es un guionista
"normal". No escribe historias sencillas ni fáciles de leer y suele
salpicar sus guiones con referencias a cómics publicados hace décadas
(especialmente de los años 50 y 60). Eso sin mencionar su interés por la
metanarrativa y por el manejo de imágenes simbólicas. Evidentemente, con
alguien así a los mandos de Crisis Final
este evento iba a ser de todo menos típico.
El
planteamiento de la saga no podría ser más interesante: se ha producido una
guerra cósmica en los cielos y el mal ha vencido. Así de sencillo. La historia
comienza con el mal triunfante y nos muestra los inútiles intentos de los
héroes de resistirse a la oscuridad. Morrison
recurre a la mitología cósmica creada por el mítico dibujante Jack Kirby: los Dioses Oscuros de Apokolips,
encabezados por Darkseid, han
derrotado a los Nuevos Dioses de Nueva Génesis, acabando así con el Cuarto Mundo. Tras la batalla, Darkseid ha caído a la Tierra a través
del multiverso, desgarrando el tejido mismo de la realidad. La oscuridad de Darkseid amenaza con colapsar la
existencia. Sin embargo, el Nuevo Dios
Metrón, que siempre ha permanecido
ajeno al conflicto, tiene otros planes para la Tierra y por ello viaja al
pasado remoto, milenios antes de la llegada de Darkseid, para hacerle entrega de un misterioso regalo a la
humanidad: el don del conocimiento.
Crisis Final habla del multiverso y de la raza de Monitores que lo supervisa, de la ascensión de Darkseid, de los planes de Metrón
para crear el Quinto Mundo, del efecto que tiene en los héroes participar en
una guerra que ya han perdido antes de empezar a luchar. Hay aspectos de Crisis Final que requerían un mayor
tratamiento, gozando al principio de una gran importancia y volviéndose
anecdóticos hacia el final. Es el caso del villano Libra (profeta de Darkseid)
o de los niños metahumanos secuestrados por Darkseid.
Decíamos antes que Morrison deja algunos focos de la narración apartados rápidamente
para centrarse en los temas cósmicos y he aquí el aspecto más criticado de la
saga, lo que ha llevado a muchos lectores a considerarla algo incomprensible. A
medida que aumenta el nivel de abstracción de los acontecimientos, Morrison recurre más y más a la
metanarrativa, hasta el punto de que el último número de la saga es una
amalgama de diferentes historias entrelazadas narradas de formas poco
convencionales (alterando el orden de viñetas, saltando del presente al pasado,
cambiando de narrador), todo para representar que "el tiempo mismo se ha
roto". Incluso el combate con el propio Darkseid, queda olvidado en segundo plano ante la narración de cómo
se reconstruye la realidad fragmentada; algo que sólo puede hacer Superman y para lo cual es fundamental
el regalo que Metrón ofreció a la
humanidad milenios atrás. Aquí es donde la historia en sí deja de ser
importante (a pesar de la llegada de otro villano, el Monitor corrupto aparecido en la psicodélica "Superman Beyond", una serie que
sirve como complemento de Crisis Final
ideada por el propio Morrison y cuya
lectura es fundamental y súper recomendable) para dar paso a la importancia de
los símbolos y al complejo mensaje: el Quinto Mundo es aquel en el que los
hombres son Dioses.
Por
si no ha quedado claro, Crisis Final
no es un macroevento típico y convencional. Ésta no es la historia de los
héroes dándose machaca contra los villanos para salvar el universo. Es la
historia de la ascensión de la humanidad gracias al don del conocimiento, una
historia que se narra a un nivel elevado y abstracto, a la vez que se homenajea
al padre de las historias cósmicas en los cómics: Jack Kirby. Crisis Final no
es una obra comercial, sino una obra profunda, compleja y personal de un genio
excéntrico como es Grant Morrison.
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