02/12: Buda
Vol. 10 (314 Págs.) - Final
Osamu Tezuka – Planeta DeAgostini
2003
Un genio de la narración, de consumada habilidad en la
expresión visual en esta épica serie de la vida y los tiempos de Siddharta, es sin duda el Dios del
Manga, Osamu Tezuka,
en su obra Buda. Tezuka
pone de manifiesto su profunda comprensión de la materia para contextualizar
las ideas del Buda; dándole énfasis a la acción, emoción, y el conflicto sobre
cómo el príncipe Siddhartha se escapa
de casa, viaja a través de la India y se enfrenta a las prácticas hindúes como
la auto-mutilación ascética o la opresión de castas. En lugar de recomendar la resignación y la impasibilidad, el Buda de Tezuka predica la iluminación al reconocer la interconexión de la
vida, tener compasión por los que sufren, y ordenar la propia vida con
sensatez. Enseñanzas que aparecen en el manga de una manera tan fresca,
que no aburre, que me hace sacar el sombrero ante el final de este manga.
El destino de los
personajes reales e imaginarios, son hábilmente entretejidos para que confluyan
en este décimo tomo, en el final, cerrando todas las puntas abiertas, y de
personajes tan importantes como Tatta
o Devadatta, sin parecer un cierre
apurado, todo a su debido tiempo. Buda
viaja de regreso a su casa en Kapilavastu
a convocar más seguidores. Ofrece sus sermones finales en Jetavana, el bosque de la tradición budista, donde se dice que el Buda que han pasado los últimos años de
su vida enseñando. Uno de los últimos sermones que da, es la parábola del conejo
que se autoinmola para salvar la vida de un hombre en el desierto, la primera
historia que se cuenta en la serie al comienzo del primer volumen, pero con una
diferencia crucial que los budistas llaman el camino del medio. Sacrificar el yo para ayudar a otros (como en el caso del
conejo), no debe necesariamente llevar a la muerte. Toda vida es sagrada, y es en el corazón donde realmente
habitan los dioses. Una profundidad filosófica y religiosa notable para que
aparezca brillantemente explicado en un cómic
Segmentos filosóficos son enroscados en situaciones
interpersonales con el dinamismo visual innovador de un artista que se asegura no
perder nunca la atención de sus lectores. Una obra
magna que no es un intento de propaganda del budismo, si no que toma libremente
los hechos de la vida de este personaje histórico, y lo contextualiza a los
pensamientos humanísticos del autor. Una obra súper recomendable para cualquier
lector, que es una pena que no se haya reeditado al español, ya que esta
edición es muy difícil de conseguir hoy en día.
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