01/02: Superman:
Especial Verano (64 Págs.)
Alan
Moore y Dave Gibbons – Ediciones Zinco 1992
El equipo
creativo que tan vivazmente disecciono la estructura básica del superhéroe en Watchmen, hizo de la suyas hace más de
25 años en las páginas del “Superman
Annual 11” con una historia de giro original, pero plano desarrollo. Pues nadie
mas que nuestro Misántropo y “Mago del Caos” (ese es un titulo real) favorito, Alan Moore, es el que se va de cabeza dentro
de la psique del bueno de Clark Kent
y se toma la tarea de mostrarnos el deseo mas ferviente en el corazón de un
superhombre. Y como ayer me copé con este genial autor, hoy quise seguir
leyendo. Para completar este número especial que Ediciones Zinco publicó hace años (y conseguí comprándolo usado en
la página web de compra y venta) bajo el título de Especial Verano, tenemos una historia más de 21 páginas,
originalmente publicada en DC Presents 85,
también obra de Alan Moore en la cual
hace un breve crossover entre el Hombre de Acero y La Cosa del Pantano.
Pero vayamos a la historia principal de 40
páginas. Es el cumpleaños de Superman
y sus amigos mas cercanos Batman
y Wonder Woman (Robin va de colado) deciden visitarlo en su Fortaleza de la Soledad para llevarle regalos, pero Clark ya ha recibido un regalo único:
“la Misericordia Negra”, una linda
flor que hace simbiosis con el cuerpo de su victima y se alimenta de su
“bio-aura” dando a cambio; una simulación de lo que mas desea. En el caso de Kal-El, un universo donde Kriptón no estallo y se le dejo crecer,
vivir en paz y construir una familia. Superman
encontró el “sueño americano” en su planeta natal (que ironía); en su mente,
ahora es un simple geólogo, casado y con hijos; mientras su senil padre
flirtea con un nuevo movimiento político que tiene rasgos de secta
religiosa. Afuera de la convulsionada cabeza del Hombre de
Acero, las cosas no pintan bien. Ambos superhéroes y Robin (que por esos entonces era Jason Todd) se encuentran con su cuerpo inerte y con el
maquinador de tan único obsequio, Mongul,
quien después de deshabilitar a Kent tiene planeado hacer lo mismo con el
mundo.
Aquí Moore
nos divide en dos historias que alternan entre la fantasía idílica de Clark Kent y la lucha que se da entre el
trío de amigos y Mongul. Con mas
énfasis entre los vaivenes de estos cuatro que los deseos de Kal-el en su mundo perfecto. El tiempo
que pasamos en la cabeza de Clark es
bastante corto y en vez de espiar los anhelos de Superman, Moore utiliza
esta oportunidad para contar una historia como metáfora al fascismo y la
turbulencia social de la época, la cual nos deja bastante desconcertados ¿si
esta es la vida perfecta de Superman
por que hay un culto tratando de cambiar el gobierno de Kriptón? ¿Por qué concentrarse más en nimiedades políticas que en
los conflictos de la felicidad de Clark?
Y el problema es la brevedad de esta sub-trama a la que ni siquiera se le da
tiempo de desarrollarse.
Dave Gibbons en el apartado de los
dibujos, entrega calidad y con creces; lo cual se nota en páginas donde ambas
historias se intercalaban entre panel a panel y visiblemente se podían
diferencia por los tonos claros oscuros y el color predominante de los mismos.
La siguiente historia, La Jungla,
no es muy sorprendente. Es una buena historia, bien contada, más que correcta.
Pero nada más. Todos, solamente leerla, ya tenemos claro que el mito no morirá.
Pero es muy interesante ver como interactúan dos personajes en principio tan
dispares como Superman
y La Cosa del Pantano.
Más puñetazos que desarrollo interno, “Para el Hombre que lo Tiene Todo” es una
buena idea que pudo dar para más pero no se supo aprovechar. Este es un
argumento interesante que de haberse desenvuelto mejor hubiera sido un cómic
excepcional. Pero las limitaciones del género no le permitieron avanzar. Aun
así, viniendo de las manos de uno de los mejores dúos en la industria de
las dos décadas pasadas, es una lectura muy entretenida.
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