02/06: El Árbol que Da Sombra – Vol. 5 (318 Págs.)
Osamu Tezuka – Planeta DeAgostini
2006
Las década de 1850 y 1860 fueron cruciales
para Japón. Después de 250 años de cerrazón absoluta al exterior, en 1984 el
comodoro Perry de la armada de los
EEUU llegó con su flotilla de barcos de guerra al país, para tratar de
conseguir un tratado de comercio favorable a sus intereses. En ese momento, el
shogunato estaba en su época de más profundo declive y el sistema amenazaba con
venirse abajo al mínimo contratiempo. Sobre esta época, que hemos visto en
algunos otros mangas (como es el caso de Ruoroni
Kenshin, por citar el caso más famoso), se basa este manga escrito y
dibujado por Osamu Tezuka, el Dios del Manga. Y
nos cuenta desde el punto de vista de un samurai que ve cómo sus creencias se
ven en jaque por este cambio de paradigma en su vida cotidiana, y por un médico
que intenta hacerse camino en un campo donde todavía existían los curanderos y
la medicina occidental aún no era aceptada. Lo que hace interesantísimo y
atípico este manga.
Este quinto tomo comienza con el capítulo más largo del tomo, en el
cual se narra una etapa difícil de este Japón feudal que recién se estaba
abriendo al mundo. Esto es la llegada del cólera, una enfermedad que se
transmitió debido a un barco norteamericano que atraca en una isla de Japón
para comerciar debido al tratado que se firma secretamente sin contar con la
aprobación del shogun. Una genial idea de Tezuka debo decir, ya que no
recuerdo haber leído sobre este tema en la historia de Japón. Y debo decir que
es un tema muy interesante, ya que retrata cómo lidia con dicha enfermedad la
gente de ese Japón feudal, tildando la enfermedad como una peste demoníaca, y
hasta le dan soluciones extravagantes o sobrenaturales, bien a tono con las
ideas que imperaban en el país nipón de esa época. Y contra esta epidemia deben
lidiar los doctores “holandeses” como es el caso de Ryoan Tezuka, quien intenta buscar alguna solución médica para la
peste en sus libros de medicina holandesa.
Luego vendrán una serie de capítulos en los
que el samurai Manjiro Ibuya, quien
es emboscado en una sucia trampa para inculparlo de asesinato, debido a que
participó sin querer de unas conversaciones para desestabilizar al shogunato. Y
por si esto fuera poco, también descubrió el puerto personal que tenía el
tesorero del shogunato, en el cual contrabandeaba el oro público, descubriendo
un caso de corrupción de un pez gordo del gobierno (algo así como un Lázaro
Baez) que, por supuesto, los altos oficiales intentarán callar..
El confinamiento en la cárcel de Manjiro le servirá a Tezuka para contarnos sobre los métodos
de torturas que sufrían los presos en la época y del proceder de la justicia,
algo que tampoco fue explorado en los mangas. Por suerte para Manjiro, un médico de la prisión lo
ayudará, haciéndole contraer una falsa cólera, para que lo den por muerte así
escapar de la cárcel. Esto descubriremos que es un plan de Ryoan Tezuka, para ayudar a su amigo.
Estamos ante un manga atípico, que explora
desde otros puntos de vista todo el tema del shogunato en Japón, que como este
autor nos tiene acostumbrado, se toma su tiempo y el ritmo avanza lento,
dividiendo la acción entre muchos personajes. Y siempre que hago una reseña
sobre El Árbol que Da Sombra, lamento
que no se haya publicado en Argentina y haya que conseguir esta edición
española que es muy difícil de conseguir.
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