06/06: Señal y Ruido
(96 Págs.)
Neil Gaiman y Dave McKean – Atisberri Ediciones 2008
Para
Neil Gaiman y Dave
McKean, el final de la década de los ochenta fue el pistoletazo de
salida de una carrera que, pese a desarrollarse en diferentes direcciones, no
ha podido evitar unirse cada cierto tiempo para dar a luz diversas obras
conjuntas, ya sea en el terreno de la literatura, de la música o del cómic.
Señal y Ruido apareció a
partir de 1989 en la revista británica The
Face y fue republicada en tomo en el año 1992. Para la edición americana de
Dark Horse, McKean añadió una serie de ilustraciones que separaran los
capítulos y en el recopilatorio en tapa dura de añadieron a modo de prólogo una
serie de historias cortas de un par de páginas de duración, dos de ellas
firmadas en su totalidad por McKean y
otra sobre guión de Gaiman: Wipe Out!
(1989), Deconstruction (1990) y Vier Maurn (1990).
Esta
historia de Neil Gaiman analiza algunas
cuestiones como el sentido de la vida y la muerte, la relación entre el creador
y su obra o aquello que perdura, en definitiva, la señal por encima del ruido.
Una obra compleja en su guión y en la plasmación que proyecta McKean en las páginas, de gran formato y
donde mezcla sus lápices y tintas, los colores oscuros y diversas técnicas de
fotografía y collage. Todo para dar
forma a una historia donde un artista reputado, un director de cine, se dispone
a dar a luz su obra definitiva, aquella película de madurez que le permitirá
por fin alcanzar la realización. Pero por desgracia eso no va a ser posible,
porque se le diagnostica un cáncer terminal que le deja con apenas unos meses
de vida. Mientras atraviesa por los estados anímicos naturales tras la noticia,
decide que rodará la película en su propia cabeza, visualizándola paso a paso:
una historia que tiene lugar en un pueblo cerca de una montaña en el año 999
D.C., cuando todos sus habitantes se preparan para un cambio de milenio que
creen traerá el apocalipsis sobre la tierra y el final de todas las cosas.
De esa forma se mezcla los últimos meses del
artista con la ensoñación que tiene lugar dentro de su cabeza, historias dentro
de historias, trazando difíciles paralelismos entre uno y otro y permitiendo a McKean explayarse en el tablero de
dibujo. En un momento hay una serie de ilustraciones a toda página, como si de
cuadros de arte se tratasen, donde aparecen reflejados los Cuatro Jinetes del
Apocalipsis.
Es difícil describir el trabajo de estos dos
británicos y separar las aportaciones de cada uno: sus obras en conjunto tienen
un toque especial que las diferencia del resto de colaboraciones que han tenido
por separado. Las viñetas se superponen las unas a las otras, varía el plano y
el encuadre, el tamaño de las ilustraciones, a veces se usa texto impreso y
otras diálogos, el punto de vista del narrador, etc. Señal y ruido es una obra compleja que no deja indiferente.
Especial atención merece la edición en tapa
dura de Astiberri : solo pensar en la
labor de traducción y maquetación que han tenido que llevar acabo sirve de
explicación para una obra que ha tardado décadas en traducirse a nuestro
idioma. Si tienen la suerte que yo tuve, de encontrarla en el showroom de
una comiquería, no duden en hacerse de esta obra, porque vale cada peso que les
cobren.
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