viernes, 3 de octubre de 2014

03/10: Cuentos Edgar Allan Poe



03/10: Cuentos Edgar Allan Poe (96 Págs.)
Horacio Lalia – OjodePez 2011

Horacio Lalia es uno de los adaptadores más fecundos de la historieta argentina y –además de su trabajo original-­ “tradujo” al lenguaje de las viñetas decenas de relatos y cuentos. Entre sus ejemplos más célebres figuran sus abordajes de Lovecraft y los que hoy nos ocupan: los Cuentos de Edgar Allan Poe. El sello Ojodepez  armó una selección de nueve de estos relatos y los recopiló en un bonito libro. La cuestión con Edgar Allan Poe: Cuentos es que como su título hace suponer, esta más cerca de la literatura ilustrada que de la historieta propiamente dicha. Por supuesto, Lalia incluye viñetas, globos y cuadros de texto, todos los elementos corrientes del lenguaje del cómic. Su dibujo magnífico recorre de punta a punta el libro, pero el quid de la cuestión radica en que basta leer los textos para seguir las historias. Con la excepción notable de El retrato oval, en general el dibujo es un simple suplemento que tributa a las palabras del escritor.

 Claro que la adaptación de la obra de Poe no es sencilla, menos la dedicada al terror. El poeta narraba en primera persona y el método de trabajo de Lalia consiste en seleccionar pasajes relevantes de la obra original para plasmarlos en el papel. Es muy difícil adaptar a los grandes maestros del terror, que suelen enfocarse en la perturbación del alma del narrador, al lenguaje expositivo de las viñetas, que suele contar los hechos desde la perspectiva del narrador omnisciente o la mirada del panóptico.
 Esto, además, sumado a otra cuestión fundamental: un cuadro de texto puede salvar una hilera de viñetas o incluso un par de páginas, que es lo que demandaría transformar un párrafo de buena literatura en una secuencia sólida de historieta. Esta transcripción entre lenguajes narrativos no es fácil de salvar.
 Por otro lado, la maestría con el dibujo académico clásico que esgrime Lalia es tal que pone en entredicho lo anterior. Si bien el texto prima en lo narrativo, la gráfica obliga a la vista a fijarse en las viñetas. Las páginas iniciales de El retrato oval, de El corazón delator, de La máscara de la Muerte Roja y ciertos pasajes de Hop Frog son de una potencia indiscutible.

 Lalia construye sus páginas con una solidez irrebatible. Es riguroso en cada cuadro y deslumbra en cada plano general, tanta es la cantidad de detalles y personajes secundarios anónimos que dibuja, tal el cuidado escenario que propone. Lo hace todo sin perder nada de balance en la composición de la imagen. Además, entremezcla técnicas con sutileza y disimula pequeños collages con fotografías y otras tramas en el trabajo de plumín. Sin dudas, el co-creador de Nekrodamus es uno de los maestros argentinos del dibujo de época y de terror.

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