03/06: Gaturro
Vol. 8 (96 Págs.)
Nik – Ediciones de la Flor 2012
Mi novia tiene una sobrina chica que es
fanática de Gaturro ¿Y qué importa
esto? Que le regale el Volumen 8 de esta serie de tiras cómicas, y terminé
leyéndomelo, una serie que nunca había leído y que sólo sabía de sus ventas
inmejorables para una historieta nacional (tanto que se hizo una película en 3D,
videojuegos y revistas propias), pero también sabía de las críticas
destructivas hacia su creador, acusándolo de plagio de chistes o de escribir
chistes sin gracia. Como siempre, mi opinión es que hay que leer las obras para
conocer y poder criticarlas (y eso también es el alma de este blog), y por eso
me leí de un tirón una sola tarde este volumen publicado por Ediciones de la Flor en el 2006, pero la
segunda edición la cual fue la que compré, fue publicada en el 2012, algo que
demuestra las buenas ventas que tiene esta historieta.
Las
tiras cómicas de Gaturro son de autoría del humorista gráfico argentino Cristian Dzwonik, cuyo nombre artístico
es Nik, y nacieron en 1996 en el periódico La Nación. En su barrio y en los techos
de las casas de su ciudad, Gaturro
hace agudas observaciones sobre la vida cotidiana. De pequeñito, una familia lo
adoptó y desde entonces vive con ella. Es un romántico enamorado de Ágatha y vive inventando técnicas para
conquistarla. Ella no lo quiere, haciendo de Gaturro un fracasado en sus
intentos de cortejo. Además, su familia lo mandó al colegio, preocupada por la
educación de su minino. La elección de los chicos por Gaturro, tiendo a deducir, que se debe a la manera interesante de
la construcción del humor en sus historietas. Sea con juegos léxico-semánticos,
sea con intertextos, los chistes son ágiles y requieren del joven lector que
está en edad de aprendizaje la movilización de muchas competencias lingüísticas
para su lectura.
Lo
que tenemos en este octavo tomo, aparte de la sinopsis general, es ver a los
personajes de esta historieta bromear
sobre el comienzo de clases, la pérdida de pelos de los gatos, el rechazo
amoroso, la familia, novios de una hija, psicopedagoga para chicos, etc. Y se
introducen algunos personajes por primera vez, como por ejemplo a la Dueña de Ágatha, la Psicopedagoga o Papurro, sin contar a otros personajes habituales como los dueños
de Gaturro, Mamurra, Gaturrín, etc.
Sin embargo, estos personajes son excusas para tener terreno para el humor en
diferentes situaciones, más que personajes con un trasfondo, por lo cual
cualquier chico puede leer cualquier tomo, entenderlo y engancharse, y no
necesariamente leer por el orden cronológico.
No
puedo olvidar mencionar el hecho de que hoy día las tiras de Gaturro transcienden las fronteras de la
Argentina. Así, actualmente el enunciador dirige su enunciado a un lector hispanohablante
de diversas variantes, ya que las tiras se publican en varios periódicos
latinoamericanos, España y Estados Unidos.
¿Sus
excelentes ventas hacen que sea una obra maestra? No. ¿Es un antes y un después
en el humor gráfico de Argentina? No. Pero esta serie tiene la virtud de que el
público infantil lo consume, se divierte con un cómic, y eso es una puerta
importante para conocer el vasto y hermoso mundo del Noveno Arte. Luego
dependerá de cada chico que pueda sentir curiosidad de seguir leyendo otras
historietas, o de los familiares de ellos que los incentiven, como es mi caso
que ya le regalé a la sobrina de mi novia otras obras de historieta infantil.
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