06/06: Hellblazer de Jamie Delano
– Vol. 3 (264 Págs.)
Jamie Delano, Neil Gailman,
Grant Morrison, Dave McKean, Mark Buckingham, Ron Tiner, David Lloyd – Planeta
DeAgostini 2011
Para los viejos
lectores de cómics, no había nada como Hellblazer
cuando surgió por primera vez (como un spin off del Swamp Thing de Alan Moore). Vehementemente anti Thatcher, de la mano de Jamie Delano,
este cómic fue un grito de guerra contra la insensibilidad política y el vandalismo,
y en contra de la manipulación de la verdad por los medios de comunicación.
Dicho cómic es protagonizado por John Constantine, fumador empedernido,
maestro manipulador, se ocupó de los horrores de lo oculto, con un telón de
fondo como los horrores de la vida real, y es esa dualidad lo que hace a este
cómic tan rico, y a toda esta etapa en particular muy interesante. Este tercer
volumen publicado por Planeta DeAgostini de Hellblazer de Jamie Delano,
recopila los números Hellblazer 21 al 30, y cuenta con la
participación de varios dibujantes y guionistas.
En
los dos números que escribe Grant
Morrison y dibuja David Lloyd (Hellblazer 25 y 26), Constantine se encuentra en un cementerio que una vez fue una
próspera comunidad, antes de que las minas de carbón hayan entrado en paro, y
refleja las preocupaciones nucleares penetrantes del día. En una fantástica
escena, vemos la promulgación de los deseos latentes de los aldeanos, y una
escena de la cena en Sandman: Preludios y
Nocturnos, que está acompañada de una especie de poesía primitiva, y en una
extraña secta de los aldeanos se basará el conflicto de la trama.
Y en el número escrito por Neil Gaiman y dibujado por Dave McKean (Hellblazer 27, titulado “Hold Me” como la tapa del libro) es una de las mejores historias autoconclusivas de Constantine. Tenemos suspense, tenemos crítica social de la época, tenemos un mensaje de amor, y un diálogo final impecable. Nada para criticar.
Y en el número escrito por Neil Gaiman y dibujado por Dave McKean (Hellblazer 27, titulado “Hold Me” como la tapa del libro) es una de las mejores historias autoconclusivas de Constantine. Tenemos suspense, tenemos crítica social de la época, tenemos un mensaje de amor, y un diálogo final impecable. Nada para criticar.
En cuanto al plato fuerte de este libro, la Saga de The Family Man, tenemos en el
apartado gráfico a Marck Buckingham y Ron Tiner, que lamentablemente palidecen contra Dave McKean
y David Lloyd. Pero en los guiones, Jamie Delano realmente
estaba en su mejor momento, contándonos esta desgarradora historia de asesinato
y venganza. En este caso, Constantine
no le toca resolver un misterio sobrenatural, sino un brutal asesino en serie
que se especializa en el asesinato de los padres y niños, lo que le valió el
sobrenombre irónico de Family Man.
Constantine
se siente obligado a investigar, pero desafortunadamente para él, no pasa desapercibido
para el asesino en serie, y su conflicto traerá consecuencias de mayor alcance de
lo que Constantine podría haber
anticipado. La disección que hace Delano de un
asesino en serie es escalofriante. Sus obsesiones están impecablemente escritas,
y lo más preocupante es que es un personaje completamente creíble. Del mismo modo, su manejo de Constantine, aquí fuera de su
zona de confort sobrenatural resulta muy creíble, y es una buena bocanada de
aire fresco para la serie.
Estoy a un solo tomo de finalizar esta etapa
de Jamie Delano al mando de la serie,
y debo decir que realizó un excelente trabajo al publicar durante tantos meses
esta primera etapa de una serie llamada a ser el estandarte del sello Vertigo.
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