26/09: DMZ
Vol. 5: La Guerra Oculta (144 Págs.)
Brian Wood, Riccardo Burchielli,
Nathan Fox y Danijel Zezelj – Planeta DeAgostini 2009
La serie DMZ alcanza con este tomo de la edición en castellano
los números # 23 al 28. En este volumen, Brian Wood,
guionista del proyecto, decidió desplazar al protagonista para plasmar a modo
de capítulos autoconclusivos las vivencias de otros personajes en ese entorno
peligroso y hostil. Al tener en esta ocasión todas las historias nombre propio,
tal vez lo mejor a la hora de hablar de este tomo sería emplazar a cada uno de
los personajes en su debido contexto. A primera vista, puede parecer que
algunos debutan por primera vez en estos relatos. Sin embargo, comprobaremos el
nivel de planificación de la obra al descubrir que todos ellos han sido
mencionados al menos en una ocasión hace como mínimo 11 números.
En esta
compilación conviven algunas historias magistrales con otros capítulos que
seguramente no pasarán a la posteridad. Entre los mejores momentos se
encuentran Kelly
y Fuego Aleatorio;
y capítulos como Década Después
o Soames me
transmitieron bastante indiferencia. Sin embargo, si sumamos los aciertos con
el hecho de que las historias están llenas de detalles y nos ofrecen pistas de
acontecimientos futuros, la valoración final del tomo es muy notable. Pienso que lo positivo (las grandes historias, los
acertados autores, las pistas) pesan en la balanza más que lo negativo, conformando
una lectura muy recomendable.
Un verdadero desfile de genialidad transcurre
ante los ojos del lector en La
Guerra Oculta. Empecemos por el dibujante titular, Riccardo
Burchielli. Este autor italiano cumple con su labor, aunque hay
ocasiones en que acusa cierto cansancio y sus figuras se presentan más toscas,
menos trabajadas. Pese a todo, su arte sigue desprendiendo actualidad y
compromiso. Danijel Zezelj, el autor con el nombre más impronunciable
del sello, se encarga de Wilson,
un capitulo duro y descarnado que encaja a la perfección con el perfil del
dibujante. A Nathan Fox lo encontramos también en Fuego Amigo,
el tomo anterior. El dibujo de este autor es áspero y anguloso,
y sus personajes no son los más guapos precisamente. Sin embargo, su
contorsionado uso de la anatomía y el exagerado empleo de la expresividad
facial funcionan de maravilla a la hora de contar historias intensas de acción.
De manera que se puede contar como otro acierto del equipo artístico de la
serie.
En
todos los relatos, sus protagonistas toman decisiones drásticas y luego sufren
sus consecuencias. De esta manera las historias suscriben un cambio de status
irreversible hacia el que el personaje se encamina. Sin embargo, aparte de
menciones a muchos de los actores que hoy nos ocupan, también se lanzan pistas
de otros elementos que serán importantes en el futuro, por lo cual este tomo es
interesantísimo para la serie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario