29/02:
Blue (230 Págs.)
Kiriko
Nananan – Ponent Mon 2004
Ahora
sí, llega el fin de las reseñas abocadas a los cómics románticos, para estar a
tono con Febrero. Todo parece ser Blue en este tomo de Kiriko Nananan:
empezando por la portada, preciosa, por otra parte; el mar, como telón de fondo
de la historia, marco físico, lugar secreto y recóndito de la localidad donde
se desarrolla la trama y, también, del alma, que aprende a salir a flote de su
ensimismamiento, soledad y tristeza, para renacer, crecer y conocerse. Saber
quién es o quién se quiere llegar a ser forma parte de la vida de cada cual y
la manera, el proceso en que ese cada cual lo consigue, es tan importante como
lo que se averigua. Sobre uno de estos procesos es de lo que trata este Blue.
La vida en el instituto es muy importante aquí, ya que la vida de los
personajes de este manga adulto, que reflexiona sobre la adolescencia y que
tiene lugar en uno elitista, femenino y japonés. Son, por lo tanto, chicas que
nos hablan de las relaciones que se establecen entre ellas y con el mundo
circundante.
Esto es lo que le sucede a la más que tímida
protagonista, Kayako Kirishima, que
está buscando su lugar en el mundo, en el propio y en el exterior. Está
aprendiendo cómo poder llegar a ser sí misma, pues aún no se atreve ni a
pensarlo y mucho menos, a decirlo en voz alta. Para que esto suceda, necesitará
un detonante que le ayude a sacar su YO desde lo más profundo de su ser. Para Kirishima, es la aparición en su vida de
otra alumna, que se sienta delante de ella y sobre la que pesa una oscura y
misteriosa leyenda, que empieza a convertirse en secreta obsesión y que le
llevará a bajar sus barreras para poder acceder al secreto de su compañera, que
–por supuesto- tiene el carácter opuesto: es abierta, dispuesta, amigable y
sonriente, por lo que se comienza a establecer un fuerte vínculo entre ambas y
a intentar manejar los sentimientos que esa relación conllevará; las
dificultades que todo acarrea; el abanico de posibilidades que se abren ante
sus atónitos ojos, a vista del futuro, una vez graduadas en el instituto; los
deseos más íntimos, confesados por primera vez; la amistad reencontrada; el
amor recién descubierto; las páginas de este Blue, que las describe con poesía y cuidado, poniéndonos en la piel
de las protagonistas con sumo detalle, tanto en los textos como en el dibujo.
Es un dibujo de línea clara, en el que la
figura humana destaca en la inmensidad del espacio, ocupando la casi totalidad
de las viñetas, dando un protagonismo especial a los rostros, enmarcados por el
pelo, que nos revelan los incipientes sentimientos, que se dejan intuir hasta
hacerse más nítidos en los ojos y en las sonrisas. El dominio del blanco y el
negro es apabullante, casi absoluto, dejando espacios para los grises de los
uniformes escolares, así como la ausencia de fondos, que consigue que nos
concentremos totalmente en esos rostros, que nos atrapan en su universo de
miradas cómplices, doloridas, abiertas, curiosas, llenas de confusión y
comprensión. También nos encontramos con viñetas vacías, blancas o negras,
carentes de dibujo, en las que Nananan nos conduce por los pensamientos de su
protagonista.
Esta
explosión controlada de sentimientos encontrados es muy característica de la
corriente denominada Nouvelle Manga,
a la que pertenece este volumen y cuya adaptación como novela gráfica corre a
cargo de Frédéric Boilet, su
precursor y máximo representante. Muchas e las obras de esta corriente, están
editadas en por Ponent Mon, y ésta que nos ocupa
podría ser mejorable, ya que en muchas de sus páginas se transparenta la que
viene a continuación.
Es este tomo único de Kiriko Nananan, , un volumen muy recomendable para
toda aquella persona que guste de leer un manga lleno de sensualidad,
conflictos, confusión y conocimiento de lo extraño que es y será el mundo y lo
que aún nos queda por vivir. Ideal para aquel lector que busque una historia de
amor diferentes y sin clichés.
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