09/10: Death Note – Vol. 12 (192 Págs.) - Final
Tsugumi Ohba y Takeshi Obata – Larp Editores 2012
Hemos
llegado al final de esta historia. Que comenzó con unos tomos muy buenos pero
que hacia la mitad decayó mucho, y en este tomo final parece recuperar ese
espíritu del comienzo. Este tomo se podría definir como el de los continuos
giros inesperados. Y es que en ningún momento el lector imagina quién puede ser
el ganador de esta batalla del mal contra el bien. Todo va girando y cambiando
de rumbo hasta casi las últimas viñetas del penúltimo capítulo. Porque llega un
momento en que aparece el personaje más importante de toda la historia. Te
recuerda cuál fue el trato de que hizo en el primer tomo y te quedas con más
cara de sorpresa que Light cuando ve
lo que le va a ocurrir. Y que el que realmente llevaba los hilos de su vida era
Ryuk, y todo lo decidiría el
shinigami. Por ello, esa intervención final de Ryuk es lo mejor de los últimos cinco tomos, ya que el shinigami se
ha mantenido apartado durante los últimos tomos. Y este es él quien tiene la
última palabra y decisión del desarrollo de los acontecimientos.
Aunque los giros te hacían ver que no era muy
preciso el final de toda la historia, esa actitud de confianza tan sobrada de Light es lo que le hace perder en esta
batalla final. Ya que esos giros inesperados se dan en las personas que él
piensa que tiene totalmente dominadas, y se da cuenta que no es así.
Por
último, hablaros de ese capítulo final donde se nos muestra que el mundo vuelve
a ser el que era antes de la aparición del Death
Note. Y los pensamientos de los personajes de si la elección que tomaron
ese día fue la correcta porque el mundo se ha vuelto a podrir. Lo cual hace
reflexionar al lector sobre el bien y el mal, si es correcta la ejecución de
las personas que comenten cualquier tipo de crimen o si las leyes son justas.
Algunos
fans le dirá que la serie fue cuesta abajo cuando la batalla intelectual de L y Light
terminó. La introducción de Near y Mello como los herederos de L
era una idea interesante, el problema
era que ellos fueron tratados como unas piezas más de L, y no como individuos.
Cada volumen siempre tenía que señalar el hecho de que Light todavía estaba luchando contra L a través Near y Mello. Pienso que podrían
haber sido mucho mejor si estos personajes no se trataran como dos mitades
diferentes de L.
Una serie
magníficamente llevada por Tsugumi Ohba, quien
demostró que no hace falta hacer un shonen de batallas para hacer un buen manga
shonen y triunfar, y fue también magníficamente acompañado por los dibujos de Takeshi Obata, quien se vuelca al estilo realista
para retratar un manga que muchas veces solo eran personajes hablando o
pensando.
En
conclusión, un último tomo al nivel de esos primeros tomos. Con grandes giros y
cambios de pensamientos de sus personajes,
ayuda a mantener al lector en vilo sobre qué ocurrirá en esta historia.
Y que finaliza como empezó en primer lugar, con Ryuk y su aburrimiento. Y es que pienso que el personaje principal
de toda esta historia no era ni Light
ni L, sino el shinigami aburrido, que
estaba viendo esa batalla de intelectuales y de bien contra el mal como un
juego de niños, como un acto absurdo de la humanidad.
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