24/01: Clásicos
DC: JLA / JLE – Vol. 1 (176 Págs.)
Keith
Giffen, J.M. DeMatteis y Kevin Maguire – Planeta DeAgostini 2005
Una
vez leí una frase que catalogaba a la Liga
de la Justicia de Keith Giffen y J.M. DeMatteis como “sacrosanta”. Y debo confesar mi error
en pasar años sin leer esta etapa de la JL porque realmente es memorable. Si no
sos de los que compraste la edición que Perfil
publicó en el país en la década del 90, o la edición de Zinco también en español, o si no pudiste comprar esos números
usados, Planeta DeAgostini ofreció
toda esta etapa en 18 volúmenes nuevamente al español y con una bonita edición.
Este primer volumen recopilará los números Justice
League Nº 1 a 6, de Mayo a
Octubre de 1987, y Justice League
International Nº 1, publicado originalmente en Noviembre de 1987.
En esta Liga tenemos a Guy Gardner, el miembro
más insoportable del grupo, que de hecho ni siquiera parece un Green Lantern, aunque en
este primer tomo sufrirá un profundo cambio de humor tras una misteriosa charla
con el Green Lantern original, Hal Jordan. A Canario Negro no le gusta
que la salven, y llega a un acuerdo con
Mr. Miracle
para que la próxima vez sea ella quien acuda en su ayuda. El escapista de Nueva Génesis tiene que lidiar con
su entrenador, el enano Oberón,
y lo que es peor, con su esposa Barda
cada vez que le toca turno de guardia.
El Capitán Marvel es un superadolescente al que le fascinan las galletas Oreo y ver la TV. Su inmadurez le hará recapacitar sobre su permanencia en la Liga de la Justicia. J'onn J'onzz es un Detective Marciano que se caracteriza por su templanza. Blue Beetle es el encargado de conducir el Bicho (la nave que utilizarán los justicieros), y no le importa quedar en un segundo plano. A otro nivel se sitúa el Dr. Fate, que aparece y desaparece cual Guadiana.
Batman es el líder y no hace chistes (aunque a su costa se sueltan unos pocos). En un momento determinado le pasará el mando a J'onzz. La Doctora Luz lo soluciona todo a base de flashes, pero cesa en sus funciones después de una entrada algo heterodoxa. Booster Gold es un añadido de última hora que usa el mismo modelo de gafas que Blue Beetle. Es pensativo y tiene el don de estar en el lugar oportuno en el momento adecuado. Maxwell Lord es el ejecutivo que mueve los hilos en la sombra, hasta el punto de calcular las peleas de la JLA y promover en el seno de la ONU el alcance internacional de sus hombres.
Enfrente tendrán a enemigos como el Hombre Gris, a unos extraterrestres que se oponen a la escalada nuclear de las grandes potencias, a la flota soviética de robots Rocket Red, al contrahecho Creeper y la Royal Flush Gang con sus estúpidos uniformes de la baraja francesa. En otra escala se posiciona Jack Ryder, un periodista televisivo que suele cargar contra los superhéroes. También figuran en este memorable volumen los presidentes Reagan y Gorbachov (grandes retratos del dibujante de la serie, Kevin Maguire), así como Superman.
Sería una tontería remarcar aquí el carácter humorístico de la serie, alzándose como uno de los títulos más frescos en su género y que, por desgracia, no ha tenido demasiados imitadores (X-Statix podría ser un buen ejemplo, y de hecho trazaríamos incontables paralelismos). Si se puede encontrar la edición de Planeta DeAgostini, es una buena oportunidad para tener esta magnífica etapa no sólo de DC si no de los superhéroes en general, y como única contra en este primer volumen no se reproducen las cubiertas originales. Detalles al margen, una serie que mezcla el humor costumbrista y la machaca superheroica enganchando al lector al instante.
El Capitán Marvel es un superadolescente al que le fascinan las galletas Oreo y ver la TV. Su inmadurez le hará recapacitar sobre su permanencia en la Liga de la Justicia. J'onn J'onzz es un Detective Marciano que se caracteriza por su templanza. Blue Beetle es el encargado de conducir el Bicho (la nave que utilizarán los justicieros), y no le importa quedar en un segundo plano. A otro nivel se sitúa el Dr. Fate, que aparece y desaparece cual Guadiana.
Batman es el líder y no hace chistes (aunque a su costa se sueltan unos pocos). En un momento determinado le pasará el mando a J'onzz. La Doctora Luz lo soluciona todo a base de flashes, pero cesa en sus funciones después de una entrada algo heterodoxa. Booster Gold es un añadido de última hora que usa el mismo modelo de gafas que Blue Beetle. Es pensativo y tiene el don de estar en el lugar oportuno en el momento adecuado. Maxwell Lord es el ejecutivo que mueve los hilos en la sombra, hasta el punto de calcular las peleas de la JLA y promover en el seno de la ONU el alcance internacional de sus hombres.
Enfrente tendrán a enemigos como el Hombre Gris, a unos extraterrestres que se oponen a la escalada nuclear de las grandes potencias, a la flota soviética de robots Rocket Red, al contrahecho Creeper y la Royal Flush Gang con sus estúpidos uniformes de la baraja francesa. En otra escala se posiciona Jack Ryder, un periodista televisivo que suele cargar contra los superhéroes. También figuran en este memorable volumen los presidentes Reagan y Gorbachov (grandes retratos del dibujante de la serie, Kevin Maguire), así como Superman.
Sería una tontería remarcar aquí el carácter humorístico de la serie, alzándose como uno de los títulos más frescos en su género y que, por desgracia, no ha tenido demasiados imitadores (X-Statix podría ser un buen ejemplo, y de hecho trazaríamos incontables paralelismos). Si se puede encontrar la edición de Planeta DeAgostini, es una buena oportunidad para tener esta magnífica etapa no sólo de DC si no de los superhéroes en general, y como única contra en este primer volumen no se reproducen las cubiertas originales. Detalles al margen, una serie que mezcla el humor costumbrista y la machaca superheroica enganchando al lector al instante.
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