13/08: Biblioteca Grandes del
Cómic - Drácula – Vol. 14 (162 Págs.)
Gerry Conway, Tony Isabella, Mike
Friedrich, John Buscema, Doug Moench, Tony DeZuñiga, Alfredo Alcalá, Len Wein,
Ernie Chua, Paul Gulacy, Sonny Trinidad y Gene Colan – Planeta DeAgostini 2004
Dracula Lives fue un magazine en blanco y negro de Marvel
que acompañaba el cómic mensual de la galardonada Tomb of Drácula. Como un
magazine, Dracula Lives fue exento de
las restricciones de la Comic Code, lo que le permitía temas adultos o de de
violencia, algo que no hubiera sido posible en el cómic book. Este catorceavo
tomo, recopila los números Dracula Lives 7 al 12, publicados originalmente
entre Julio de 1974 a Mayo de 1975, recopilando una segunda parte de lo que leí
en la reseña pasada de esta serie publicada por Planeta DeAgostini. Voy a las historias más
importantes.
La
primera historia es de las mejores, con guión de Tony
Isabella y un hermoso dibujo a lápiz de John
Buscema, tiene a Drácula como protagonista en el comienzo de la Revolución Francesa,
y finalizando la saga de Cagliostro
que leí en el tomo anterior.
Luego hay una pequeña aventura escrita por Mike Friedrich en el cual el conde se enfrenta a unos
piratas y su malvada capitana, con espacio para escenas “picantes” para la
década del 70.
El número 8 de Dracula Lives comienza con el "Último Camino en el Lado Nocturno",
de Doug Moench, un descarnado drama policial
urbano, dividida en dos partes, con un policía a punto de la jubilación que
entra en conflicto con Drácula. El choque final, donde el oficial vuelve
a casa para descubrir que Drácula ha
tomado venganza contra él es sorprendente. La obra
gráfica de Tony DeZúñiga es de primera clase.
Len Wein
escribe "La Mano Negro de la Muerte
Negra", y continúa el ambiente urbano arenoso con un cuento de los
gángsters de Roma de los años veinte. En el dibujo está Gene Colan,
quien presta continuidad estilística con la serie mensual.
Con una sola página cómica, Tony Isabella guioniza y Ernie Chua dibuja, una historia que trata sobre el
folklore del vampiro en diferentes países. Luego tenemos una nueva historia de Moench, otro cuento contemporáneo, en la
cual el marido de una víctima del Conde le prepara trampas para el vampiro. Paul Gulacy
es un excelente artista, pero su trabajo aquí no está a su nivel habitual.
Gerry Conway en "Una Noche en la No-Vida" se beneficia enormemente del
magnífico arte de Alfredo Alcalá. Se trata de una curiosa historia en una pequeña ciudad, con Drácula como el agente de destino
tocando las vidas de varios personajes. Si bien
una historia menor, está bien escrito.
Con "Dos
veces muere el Vampiro", Conway
narra un cuento donde Drácula pasa de
depredador a presa. Ésta
historia se encuentra en Madrid en 1903, y el arte de Sonny
Trinidad es muy bueno. La historia de Conway es excelente, con la identidad
secreta del cazador que mata a Dracula
muy inesperada.
Luego tenemos una historia dividida en dos
números, “El Pozo de la Muerte",
en los cuales Doug Moench escribe un excelente cuento
ambientado en el castillo de Drácula
en el inicio del siglo XIX. Tony de Zúñiga ofrece su
excelente arte de costumbre. Esta es una
variación interesante sobre los incidentes de la novela de Stoker que deja a los lectores con un clímax para morderse las uñas,
cuando el Conde descubre el destino de sus esposas no-muertas.
El final del tomo incluye una historia
titulada El Pergamino de los Condenados,
dividida en tres partes. La primera parte cuenta con los góticos dibujos de Sonny Trinidad, y las otras dos partes
con dibujantes un poco “del montón”. La historia la escribe Doug Moench nuevamente, y trata sobre un
cazarrecompensas que va engañando para que le paguen a cambio de ahuyentar a Drácula.
Muy difícil de conseguir en la actualidad
estos tomos si no se compraron en su momento en comiquerías del país, pero es
una gran oportunidad para descubrir esta antología que fue Dracula Lives.
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