10/08: Las Aventuras de Tintín Vol. 3: Tintín en América
(64 Págs.)
Hergé – Juventud
Editorial 2003
En 1931, fecha en que se comenzó a
publicar "Tintín en América"
en Le Petit Vingtième, Estados Unidos se encontraba inmersa en la gran
depresión económica que siguió al crack de la bolsa de 1929, una depresión que
en ese momento comenzaba a propagarse a la economía europea, ya de por sí
dañada tras la Primera Guerra Mundial. En esa época, Al Capone ya se había convertido en un mito del crimen organizado
en EEUU, rey de las bandas de Chicago, responsable de los negocios ilegales de
juego, alcohol y prostitución en la ciudad. En el relato de Hergé, aparece como el cabecilla de una banda de
gángsters que además de estos negocios extendía sus redes hasta el Congo, donde
pretendía controlar la producción de diamantes. Como curiosidad hay que
mencionar que es el único caso en las historias de Tintín en que aparece un personaje real con su verdadero nombre.
Normalmente los personajes son siempre imaginarios, aunque a menudo inspirados
en reales.
La
visión que los europeos tenían de Norteamérica a principios del siglo XX estaba
plagada de admiración y esperanza por un lado y de cierto escepticismo por otro
hacia un "nuevo mundo" que avanzaba demasiado deprisa y donde todo
podía ocurrir. Por otro lado, el círculo religioso y conservador belga, al que
pertenecía Le Vingtième Siècle, no veía con muy buenos ojos a una tierra
donde el materialismo y el culto al dinero parecían imponerse a todo, y
continuando con su habitual línea propagandística intentó utilizar esta nueva
aventura de Tintín para realizar una
crítica a esta nueva sociedad que estaba surgiendo en el nuevo continente.
Esta
combinación de desconfianza y fascinación que los europeos tenían por el nuevo
continente fue lo que llevó a Hergé a
escribir sobre América, de hecho éste era su deseo desde un principio -lo del
Congo fue una imposición de sus editores- y ello se refleja perfectamente en la
intensidad y el interés con que escribe la historia. La simple exageración
anodina e intrascendente de su obra anterior se convierte aquí en una mezcla de
ironía, sarcasmo, crítica y admiración hacia lo que ocurría en los Estados
Unidos: ciudades que se levantaban en pocos días, bandidos que eran respetados
por la policía, indios indígenas que eran expulsados de sus territorios de mala
manera, campos plagados de coches accidentados, negocios petrolíferos que
surgían en unas horas, todo era posible en ese enloquecido país. En realidad
parecía una recopilación de todos los tópicos que el propio cine norteamericano
mostraba a la vieja Europa (gángsters, indios, vaqueros).
Por
otro lado, Hergé va evolucionando
como creador de historias y ésta ya va teniendo algo más de cuerpo que las dos
anteriores, "Tintín en al país de
los soviets" y "Tintín en
el Congo". Un capítulo especial merece el tratamiento que Hergé hace del problema indio, era un
tema que le fascinaba, hasta el punto que en un principio pensó en que la
historia se desarrollara exclusivamente en el mundo de los pieles rojas. Sólo
su intención de mostrar lo más posible de América le llevó a incluir otra parte
de las aventuras en la ciudad de Chicago. Lejos de la imagen que EEUU exportaba
al mundo a través del cine (blancos buenos, indios malos), Hergé muestra un pueblo indio que era desalojado sin miramientos de
sus territorios a cambio de compensaciones miserables en el momento en que
dichos territorios pasaban a tener valor económico (petróleo). Hay que aclarar
que en el momento en que se escribió esta historia los indios ya no poseían
territorios propios, todos estaban confinados en reservas que además eran
reducidas de tamaño según la conveniencia económica de cada momento y todo ello
sin el más mínimo atisbo de rebelión por su parte.
Dos días que me adentré en la historieta
infanto juvenil, y me encontré con obras muy diferentes, de autores de
distintas nacionalidades, pero que transformaron a su creación en un clásico
universal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario