08/01: El Invencible Iron Man – Vol. 1 (70 Págs.)
Matt
Fraction y Salvador Larroca – Ovni Press 2013
A fines del año pasado,
prometía mucho más Iron Man en el
blog, tanto por las historietas clásicas de la Biblioteca Marvel como por cómics más actuales. Y con esta reseña,
vengo a cumplir la promesa. El Invencible Iron Man de Matt Fraction y Salvador Larroca arranca con la saga Las cinco pesadillas, un ciclo
que se prolongó durante casi cinco años y dio a sus responsables un éxito
sobresaliente en cuanto a público y crítica. Tanto que la colección se alzó con
un premio Eisner en el año 2009, más concretamente el relativo a la mejor serie
de nuevo cuño. Podríamos entrar a debatir si las expectativas generadas por un
arranque más que prometedor se vieron cubiertas, pero esa reflexión debe quedar
para mejor ocasión.
La aparición de la
serie del cabeza de lata coincidió con el inesperado éxito de su primera
aparición cinematográfica. La cinta protagonizada por Robert Downey Jr. se convirtió en la piedra angular de una sucesión
de filmes por todos conocidos y en el prólogo de una franquicia que,
paradójicamente, se despidió más o menos al mismo tiempo que Fraction y Larroca. En el mundo de la viñeta Tony Stark gozaba de un protagonismo solamente comparable con la
impopularidad que había cosechado como consecuencia de sus decisiones durante Guerra Civil. Fraction
y Larroca presentaron a un Tony Stark mucho más agradable a la
lectura. Había que acercar los cómics a la audiencia que había descubierto al personaje
gracias a la magistral actuación de Robert
Downey Jr., de modo que guionista y dibujante abordaron la tarea de
unificar esa versión de celuloide con otra más aproximada al arquetipo del
personaje. El industrial filántropo con una visión del futuro tan brillante
como su armadura que dirige una empresa de dimensión multinacional y que
intenta llevar su perspectiva al complejo y ominoso mundo de la política de
seguridad. Su doble dimensión pública llama la atención de una nueva generación
de villanos emparentada directamente con antiguos enemigos de Stark. Teniendo en cuenta que en la
película Obadiah Stane era el
adversario de Tony y que en los
cómics llevaba muerto casi un cuarto de siglo (desde el número doscientos de la
serie original, por cortesía de Dennis
O´Neil) el elegido para llevar al héroe al límite (situación que luego se
repetirá bastante durante estos años) será Ezekiel
Stane, hijo del difunto y en definitiva, una versión más joven (e
igualmente calva) del industrial hecho a sí mismo que veía la vida como una
gran partida de ajedrez. Así, los autores tienen ocasión de jugar un poco con
el enfrentamiento entre el inventor veterano y el
joven-aunque-sobradamente-preparado-y-talentoso que se ha criado en la era de
Internet. ¿Pueden sus capacidades batir a un hombre que se ha caracterizado
siempre por ir varios años por delante de sus competidores? ¿Es un jugador de
ajedrez como su difunto papá o enfoca su estrategia de otra forma?
En
la parte gráfica hay que destacar la presencia de un Salvador Larroca, cuyo labor borra de un plumazo cualquier recuerdo
en cuanto a ilustración que pudiera albergarse respecto del cabeza de lata en
su colección principal y se encarga de que el aspecto del protagonista y de
secundarios que también asomaron el hocico por la franquicia cinematográfica se
asemejen precisamente a sus versiones de celuloide. Una vez más tenemos en las
cercanías a Pepper Potts y a James “War Machine” Rhodes, Maria Hill y al personal de SHIELD, aún
bajo las órdenes de Tony.
Un
comienzo prometedor para estos tomitos de Ovni
Press, tanto que ya quiero leer la conclusión de esta saga en el próximo
volumen.
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