21/01: Deadman
Wonderland – Vol. 1 (214 Págs.)
Jinsei Kataoka y Kazuma Kondou
– Ivrea Editorial 2012
Como Enero es el mes de las nuevas series,
o de las series que regresan luego de un gran parate en el blog, hoy toca Deadman Wonderland, manga que es
publicado en el país por la Editorial
Ivrea, y que llegó por importación a las comiquerías argentinas hace
poquitos años, con página a color y solapas en una edición muy cuidada. ¿De qué
trata Deadman Wonderland (DW para
abreviar)? Diez años han pasado desde que se produjo el Gran Terremoto de
Tokyo. La gente ha conseguido superar el trauma de la catástrofe a su manera. Ganta Igarashi, uno de los muchos
evacuados, no tiene ni un solo recuerdo de aquello y pasa sus días como
cualquier estudiante de secundaria. Sin embargo, cuando el “Hombre Rojo”
aparece en su instituto, su vida cambia drásticamente.
Al
ser el único superviviente de una masacre en su aula, fue detenido y acusado de
asesinato; lo condenaron a la pena de muerte y lo destinaron a la prisión Deadman Wonderland. Esta prisión es un poco peculiar: además de albergar a
presos, sirve como atracción turística en la que participan los propios
reclusos, para recaudar fondos para la cárcel. Todos ellos deben participar si
quieren conseguir los “caramelos” que inhiben el veneno que les inyecta el
collar que les acompaña durante toda su estancia en la prisión.
Ganta deberá sobrevivir en esta cruel prisión, en la que todos están
desesperados por salvar la vida. Pero no está solo, lo acompaña Shiro, una chica muy extraña que afirma
haberlo conocido en el pasado.
Nos encontramos ante un shonen con muchos
toques de gore. La historia desde el principio ya se presenta movidita, aunque
tanto dinamismo puede inducir a la pérdida del lector en las primeras páginas.
Iremos conociendo el mundo de Deadman
Wonderland al mismo tiempo que lo
haga su protagonista, por lo que en este primer tomo seremos tan ignorantes
como él y nos preguntaremos prácticamente las mismas cosas. Los personajes
están todos muy bien definidos. Cada uno tiene una personalidad bien definida y
todos ellos ocultan algo que probablemente se revele según vayamos avanzando en
el manga.
Con respecto al dibujo, es el típico dibujo
de shonen, que presenta a los personajes con rostros aniñados y caras redondeadas.
Encontraremos escenas de movimiento y acción, por lo que a veces es necesario
mirar detenidamente una viñeta durante unos minutos para enfocar la escena en
su totalidad. En la mayoría de viñetas grandes los fondos están bien definidos,
pero en el resto suelen estar en blanco o presentan escasos detalles.
Y esto es todo de momento. Estamos ante un
primer tomo (de 13 en total) que abre varias puntas, pero no se explora nada
con claridad, y deja al lector con muchas dudas y no tanto cebamiento. Tendré
que esperar a leer el segundo volumen para tener una idea más global de Deadman Wonderland.
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