28/01: Wolverine – Vol. 1-3 (48
Págs. c/u)
Jason Aaron y Renato Guedes –
Ovni Press 2011
Como prometí, este año en el blog habrá
cómic de Marvel más actual que las clásicas colecciones que vengo leyendo desde
hace años. Y nada más hay que comprobar este mes en el blog que lo digo es
cierto, teniendo reseñas de cómics de Iron
Man de Matt Fraction, Spiderman de Todd McFarlane, y el cómic de hoy, Wolverine de Jason
Aaron, el genial guionista de Scalped, serie reseñada también en el
blog. Estas tres revistas que publicó Ovni Press en el país, recopilan los números Wolverine Vol. 4 1 al 5, y abarcan toda la saga en la cual el
mutante va al infierno. Esta es una serie en la Wolverine, explotado en mil grupos ya, toma su aire propio en su
propia cabecera.
En esta historia Logan es enviado al infierno por una especie de asociación de
damnificados por sus asesinatos, lo que cual en principio no es mala idea. Y en
el infierno, el guionista se afana en ponerle a pelear con todos los villanos
que ha enviado a la tumba, que se reconozcan, hasta algunos bastante oscuros,
como un telépata con gafas de sol. Son guiños para el lector veterano, para que
juegue al quién es quién, pero es algo completamente superficial, fácil. Porque
luego resulta que en cuanto uno se pone a leer, todo carece de sentido. Para
empezar, Logan es enviado a un
infierno… otro más. El universo Marvel
debe de tener como tres o cuatro —el de Mefisto,
el Limbo y el de Dante de aquel annual
de los X-Men.
Para darle chapa al personaje, Logan es el amo del cómic todo el tiempo, aunque esto
puede ser contraproducente. Tanto que se enfrenta al mismo Lucifer, y su espada
que impide que funcione el factor de curación de Wolverine. Otro detalle para criticar es el poco sentido que tiene el
cameo de Spiderman, convertido en el
bufón oficial del Universo Marvel en esa época.
El
problema principal de esta saga no es la continuidad, si no otro. Son cómics no
ya prescindibles, sino completamente anodinos. Escritos con el automático
puesto, que se leen en poco tiempo, sin profundidad en la caracterización ni un
mínimo de emoción. Todos sabemos que Logan
saldrá del “quilombo” de turno, que ganará y volverá al mundo de los vivos.
Siempre lo hemos sabido. La gracia estaba en el cómo. Pero ahora, el cómo tampoco
importa.
Me
quedan varias revistas por leer publicadas por Ovni Press de toda la época de la Edad Heroica de Marvel, con Jason Aaron como guionista, que espero que lleve al personaje por
nuevos derroteros, y que le de otra carnadura. Por suerte, para hacer
disfrutable toda esta lectura tenemos los magníficos dibujos de Renato Guedes, quien
retrata a la perfección los demonios asquerosos, los tormentos del infierno y
la machaca de Wolverine.
Para los
fanáticos de Marvel o los nuevos
lectores que quieran ingresar a las historietas de Wolverine, cómic publicado en el país siempre es una oportunidad
que aprovechar al menos
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