lunes, 14 de marzo de 2016

14/03: Animal Man Vol. 2: El Evangelio del Coyote



14/03: Animal Man Vol. 2: El Evangelio del Coyote (104 Págs.)
Grant Morrison y Chas Troug – Norma Editorial 2004

En mi eterno vagar por las comiquerías del centro, hace años me encontré el ómnibus publicado por Planeta DeAgostini con toda la etapa de Animal Man escrita por Grant Morrison. Más de 500 páginas, teniendo toda su etapa completa, era una oferta difícil de rechazar, si no fuera por su elevado costo y no podía pagarlo en el momento. Lamentablemente lo dejé pasar, teniendo para leer el primer tomito publicado al español por Norma, que reseñé en el blog hace dos años. Desde entonces, tuve que mover cielo y tierra, y muchísimas páginas de Internet de compra y venta de cómic para hacerme con la colección de Animal Man escrita por este genial guionista del que me he declarado fan.

Y de esta manera, llegó la hora luego de mucho tiempo de leer y reseñar el segundo volumen de su Animal Man, titulado El Evangelio del Coyote, recopilando los números
5 al 8 de la colección USA Animal Man, publicados por DC entre enero y abril de 1989. Y debo decir que tanta búsqueda valió la pena, con un alto nivel en los guiones del escocés, y con unos correctos dibujos de Chas Troug que acompañan a la perfección.
 El primer número recopila, el 5 de la colección, merecía más atención que unos pocos reglones, pues el mensaje que entrega y en la manera en que lo hace lo transforma en una obra maestra del noveno arte. La cosa más arriesgada que Morrison había hecho a la fecha, y con miedo de que los lectores no lo entendiesen y fuese un fracaso, terminó transformándose en un éxito rotundo y una de las historias de un solo número más alabadas por fans y crítica por igual.
 El personaje del coyote es Willy E. Coyote de los Looney Tunes, el que siempre es vencido por el Correcaminos en las caricaturas. Su nombre es Crafty en el cómic, y entrega un mensaje sobre su realidad y cuestiona la de Animal Man mismo, quien responde de una manera que será la clave para todo lo que está por venir en los números posteriores. Este cómic es macabro, ligeramente gore, una parodia a la vez que una plataforma para cuestionar a los guionistas de cómics y todo el proceso de realizar algo artístico así como nuestras vidas, la ilusión de libre albedrío y Dios mismo. Una complejidad que el guionista seguirá evocando en sus posteriores obras.
 El resto de las historias que vienen posteriores al “Evangelio del Coyote”, aunque no en su nivel de calidad, son igualmente interesantes. Tenemos un artista suicida de la raza de Hawkman cuyas obras operan a nivel genocidio planetario. Un villano tan deprimido que Buddy en este número es más un operador de esas líneas telefónicas de apoyo al suicidio que un verdadero héroe. Y ni siquiera lo vence al final, sino que Hawkman tiene que venir y salvarle el pellejo contra este peligroso artista. También lo tenemos conversando con un villano retirado que nunca fue muy bueno en su oficio y quería morir luchando contra algún héroe, y si bien Animal Man se niega a enfrentarlo no puede evitar que el anciano muera. En esta seguidilla de fracasos tenemos también al Amo de los Espejos, eterno enemigo de Flash, invadiendo la casa de Buddy y dándole una paliza siendo salvado solo por su esposa quien “derrota” al villano.
 Historias ingeniosas, fuera de lo común tanto en su época como hoy en día, estoy ante una serie galardonada y con tanta buena crítica que menos mal que pude conseguir los siguientes tomos para completarla y leerla. Me causó tan buena impresión que no entiendo cómo no leí antes tamaña obra de arte. Tan cebado quedé que habrá pronto más Animal Man en el blog.

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