29/03:
Detective Conan – Vol. 2 - Tomo 15 (96 Págs.)
Gosho Aoyama – Planeta DeAgostini 2003
Como todos los meses, llega el turno de la sana costumbre
de reseñar uno de los tomitos de Detective Conan, publicados hace años al
español por Planeta DeAgostini en
esta edición que recopila la mitad de un tankoubon (tomo original) japonés. En
esta ocasión, toca el turno del tomito número 15 de la colección Volumen 2, que trae la primera mitad del
tankoubon 21. A lo largo de la primera parte del tomo, se descubre el misterio
de la mansión, comenzada en el tomo anterior, donde todos los chicos de la Liga Juvenil de Detective han ido desapareciendo de uno a uno, hasta solo quedar Haibara y Ayumi. La verdad que este capítulo sirve para afianzar si cabe la amistad
de estas dos, ya que Haibara es más seca y tajante con todo el mundo, pero en
este caso las chicas se ayudan mutuamente y el caso tiene un final
sorprendente.
Son tres capítulos muy entretenidos, donde Gosho Aoyama lleva a la serie por otros derroteros,
dejando de lado los asesinatos de habitaciones cerradas para enfocarse en el
thriller y el misterio de una mansión aislada del exterior, donde también habrá
un secuestrador encubierto y un puzzle por resolver. Resulta raro e interesante
ver que Aoyama varíe un poco la manera de resolver el caso, ya que Conan apenas tuvo participación, y pasó
la mayor parte del tiempo secuestrado, y hasta es liberado gracias a otra
persona, no tuvo chance de liberarse y resolver el caso por sí mismo, si no que
contó con la ayuda de sus compañeros de clase.
El segundo caso de
este tomo, que ocupa los últimos tres capítulos, tiene lugar en un avión. Mientras
Ran viaja a Estados Unidos junto a
su padre y Conan, se pone a soñar
nada más y nada menos que con el viaje que hizo a Los Ángeles junto Shinichi. Esto nos pone en el pasado,
algo que no había pasado hasta el momento en la serie, y nos sirve para conocer más del pasado del
protagonista. Durante el vuelo que los dos jóvenes tuvieron, hubo un asesinato
y es Shinichi el que se encargó de
resolverlo. Fue su primer caso como detective, ya que de casualidad el Inspector Megure y el Detective Takagi estuvieron también en dicho avión, y aceptan impresionados
lo dotes detectivescos del joven Shinichi.
Es rico para la historia ver cómo el joven detective se fue ganando la
confianza del Inspector, quien no confiaba que un chico de preparatoria pueda
resolver el asesinato, algo que no veíamos seguido tampoco, ya que siempre Shinichi se demostró como un joven
grosso, que la tiene clara y que toda la policía se somete a sus dotes
detectivescos.
Hasta aquí este decimoquinto
tomo. El mes que viene le tocará el turno al siguiente libro, que tendrá el
final del caso del asesinato en el avión, así que pinta interesante
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