14/02: Marmalade Boy – Vol. 1
(192 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial
Ivrea 2006
Para estar a tono con este Día de San
Valentín, Día de los Enamorados, la reseña será de un manga japonés shojo,
género orientado mayoritariamente a público femenino adolescente, con sus
historias tiernas, inocentes, dramáticas pero también humorísticas. Me refiero
a un clásico manga y anime de los 90, conocido como La Familia Crece, aunque su título original sea Marmalade Boy, escrito y dibujado por la
mangaka Wataru Yoshizumi, y publicado en el
país por Editorial Ivrea en 8 tomos
recopilatorios. Este primer tomo fue publicado en Mayo del 2006, con la
traducción a cargo de Marcelo Vicente. La
edición argenta cuenta con los clásicos comentarios de la autora que los mangas
shojo incluyen a un costado de algunas páginas.
En
la historia, los padres de Miki
Koishikawa y Yuu Matsura, se
conocen en un viaje a Hawai y han decidido vivir todos juntos. Pero no
contentos con eso deciden hacer un intercambio de parejas. Y por si no fuera lo
suficientemente raro todo ya, obligan a sus respectivos hijos a ir a la misma
escuela y estar en la misma clase. El resto del tomo nos contarán situaciones
graciosas que surgen por esta extraña relación entre Miki y Yuu: ¿qué pasaría
si a alguno de los dos le empezara a gustar el otro? ¿Son hermanos o qué son?
¿Es una relación viable? Pero lo más importante de todo, ¿qué hacer para que
nadie en tu colegio se entere de lo rara que es tu situación familiar? Y para
sumar a algunas situaciones inverosímiles y divertidas, surgen enredos
amorosos, con la ex de Yuu, Arimi Suzuki, y con el amigo y antiguo
enamorado de Miki, Ginta Suou. Estos personajes
secundarios tendrán tiempo seguramente en el resto de los tomos para complicar
las relaciones y generar tensión.
La virtud de este manga es la liviandad con la
que transcurre la historia. Tenemos los clásicos tópicos del shojo: la típica
protagonista muy buena y llorona, el amigo simpático y alegre, el chico
misterioso y guapo, la ex del protagonista guapa y adulta, etc. Es un manga
bastante culebronesco, ya que no paran de salir personajes interponiéndose en
la pareja protagonista, al igual que triángulos amorosos, pero todas las
situaciones son amenizadas con un humor muy llevadero (hasta naif), ya que las
escenas dramáticas no son extensas y el resto de la obra te divierte y te
atrapa.
El
dibujo de Wataru Yoshizumi es
sencillo pero muy expresivo. Como buen shojo, hay un especial atención en la
vestimenta (muy noventosa), rostros y cabellos de los personajes, aunque los
fondos no estén muy detallados para ampliar las escenas humorísticas.
Se
trata de una obra recomendada para todos aquellos que no teman por sus niveles
de azúcar en sangre, para las amantes del shojo, o para cualquier lector que se
divierta con una comedia de situaciones bizarras pero que también hace hincapié
en enredos románticos.
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