28/02: Aida en el Confín (48 Págs.)
Vanna Vince – Dolmen Editorial 2008
Nuevamente será una reseña de un cómic
europeo, que llegó a mí de manera inesperada, como un regalo. Pero cuando me
puse a leerlo, me encontré con una obra intimista, que refleja la búsqueda de
uno mismo en una elegante y bella atmósfera creada por el blanco y negro de su
autora, la artista italiana Vanna Vince.
Originalmente llamada Aida Al Confine, fue publicada en 2003 por Kappa Edizione. Este
tomo en español, editado en forma de novela gráfica por Dolmen Editorial, cuenta con traducción de Rafael
Macías, una portada alternativa hecha específicamente para esta versión
y un epílogo de 11 páginas con los relatos de la autora sobre qué hechos de su
propia vida utilizó para crear esta obra.
La autora italiana ha sido capaz de
fusionar lo oscuro, lo gótico e incluso lo autobiográfico. Justamente la
identidad de este cómic no se sustenta en temas modernos, ni en seguir ciertas
corrientes góticas de moda, sino que es una obra personal e histórica. De
hecho, se plasman veladamente ciertos arrebatos de furia interna de Vanna
Vince que son realmente encomiables, por su gran puesta en escena, con una
serie de viñetas totalmente desgarradoras, sobre todo en la segunda parte de la
obra.
Aída en el Confín nos introduce en la mente de Aída,
una joven italiana que vuelve a los orígenes familiares. En plena reflexión
vital tras separarse de su pareja sentimental vuelve a Trieste, lugar de donde eran sus abuelos, para despejarse,
encontrarse consigo misma o, mejor dicho, encontrar una salida a una vida
saturada desde el punto de vista anímico.
Pese a las atenciones de su prima Mara, Aída se reencuentra con sus abuelos, o mejor dicho, sus
personificaciones fantasmales, quienes aluden que les falta algo que hacer todavía
en el mundo de los vivos. Sin embargo, nos son los únicos encuentros que Aída se verá obligada a soportar, sino
que será la desencadenante de un regreso a un pasado horrible, belicista, al
verse obligada a averiguar la muerte de Nino,
otra aparición, que guarda parentesco familiar con sus abuelos.
La última parte se convierte en viaje al
pasado en primera persona. Una auténtico aluvión de imágenes en blanco y negro
sobre los aborrecibles crímenes de la Segunda Guerra Mundial, recuerdos
que se transformen en una búsqueda personal de Aída sobre sí misma, aunque Nino sea el mensajero entre dos mundos,
el terrenal y el no terrenal.
Es
una obra atípica, donde los recuerdos y los ánimos toman el papel protagónico,
para que la historia y ese fantástico clima entre lo real e irreal nos atrape
al instante. Fue una grata sorpresa encontrarme con esta autora, que sin duda
no te vas a arrepentir de leer. Cierro con una gran frase de esta novela gráfica:
“Se dice que los
fantasmas aparecen cuando les queda algo pendiente… señor, si siempre queda
algo pendiente que hacer”.
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