13/11: 666 Satan – Vol. 18
(192 Págs.)
Seishi Kishimoto – Editorial Glenat 2012
Si
hay algo que en los tomos anteriores festejé de esta serie, era esa idea de
empezar como un típico shonen de batallas, pero que con el tiempo la trama iba
dando para runflas políticas y luchas de poder entre una nación ficticia y una
banda criminal, y en el medio para detenerlos, el grupo de protagonistas. Eso
se dejó de lado en este anteúltimo tomo, en donde todo se centra en la machaca,
en el golpe por golpe, en la antesala en la batalla final, y la resolución de
todas las dudas que quedan. Y pudo haber estado muy emocionante, muy bueno. Sin
embargo, se nota mucho los deseos de terminar la serie, con batallas finales
rápidas y carentes de dramatismo, y eso ha sido algo que se le había criticado
a 666 Satan y a su autor (Seishi Kishimoto), su final apresurado. La editorial
española Glenat publicó este tomo,
que contiene los capítulos 69 a 72, y como el resto de la serie, se puede
conseguir en comiquerías.
Pero yendo un poco al grano, en el primer
capítulo, ya se nota el deseo de finalizar la serie lo más pronto posible, y el
enfrentamiento entre Ball y Franken, uno de los 4 Guardianes de Zenom, aunque quiere ser dramática, su
escasa duración y pocas técnicas de batallas le sacan la emoción que pudo haber
tenido. El humor que en ningún tomo de 666
Satan puede faltar, se da entre la batalla de Spica y Ponzu (poseída
por el demonio Lilit), contra Cross, Ruby Crescent y Sebomomotaro
(personaje apuntado únicamente a causar gracia). Otra vez, una lástima, ya que
una pelea teniendo a un demonio como Lilit,
y con un personaje que se nos hacía misterioso en los tomos pasados, termine de
una manera tan floja.
El tomo levanta en la segunda mitad, cuando
tengamos el enfrentamiento entre Jin y
Jio Freed, contra el demonio Samael (otro de los Guardianes de Zenom) y su mascota, el arcángel Astarot. Un momento sorprendente, que
también por su breve momento pierde espectacularidad, es cuando descubrimos que
el lobo Zero es en realidad otro
arcángel, llamado Zadkiel, ayudando
a los protagonistas en su lucha contra los villanos de Zenom. Y aparte, tenemos la presentación de una nueva técnica de Jio, el Devil’s Summoner, que
hace al protagonista bien grosso para la amenaza final. Y es que el tomo
finaliza cuando todos los protagonistas lleguen a donde se encuentra el
“jefazo” final de la serie, el misterioso Líder de Zenom (que por la pinta no me resulta ser tan misterioso y ya
sospecho quién es).
¿Podrá Seishi Kishimoto evacuarnos todas las
dudas en el tomo final? ¿Darán las páginas para un final a la altura,
emocionante, con una batalla final alucinante y a la vez que se cierren todas
las puntas abiertas en la trama? No tardo en averiguarlo.
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