22/11: One Piece – Vol. 6 (192
Págs.)
Eiichiro Oda – Larp Editores 2011
La batalla contra el Capitán Kuro ha terminado. Luffy
y sus amigos han salido victoriosos de la pelea y han recibido una fantástica
recompensa: Kaya, la chica a la que
salvaron la vida, les regala un barco para que puedan volver a navegar. Usopp, el mentiroso del pueblo, se une
a la tripulación ansioso por ir en busca del mítico tesoro One Piece.
¡Pero antes de eso necesitan abastecerse de víveres y reclutar un buen
cocinero! Sexto tomo de esta longeva serie del mangaka Eiichiro
Oda, que es publicada en el país (con una regularidad terrible para una
serie tan larga) por Larp Editores, con traducciones a cargo de Agustín Gómez Sanz.
La situación en el Baratie se empieza a complicar cuando Don Krieg, "el Terror del East Blue", se presenta con lo
que queda de su tripulación, antaño inmensa flota pirata, y ahora constituida
por apenas 100 hombres hambrientos y heridos. Llega al lugar guiado por Gin y
en busca de alimento, prometiendo no hacer daño a nadie. Y aunque ningún
cocinero quiere acceder a darle lo que pide, Sanji y Zeff son
personas que llevan el concepto de "alimentar al hambriento" hasta
sus últimas consecuencias, y ayudan al tramposo pirata incluso después de que
este acabe declarando que va a hacerse con el restaurante y con el cuaderno de
bitácora de Zeff, quién en el pasado,
bajo el apodo de "Pies Rojos", se labró un nombre en el Grand Line.
Sin embargo, no es que Krieg y su flota cayeran víctimas de un fuerte temporal, no. El
causante de su ruina fue un sólo hombre. ¡Y qué hombre! Dracule Mihawk, conocido cómo "Ojos del Halcón", el mejor
espadachín del mundo y objetivo a batir de Zoro.
Este bigotudo con aires de cierto conde salido del imaginario de Stoker se persona en el Baratie para terminar aquello que ya
empezara en el Grand Line, y acaba con el ya de por sí maltrecho galeón de Krieg de un sólo espadazo. Tras la
espectacular escena, Zoro reta al
espadachín a un duelo, para comprobar si está a la altura de lo que su sueño
requiere de él. Y es aquí dónde tenemos lo mejor del tomo: el combate entre Zoro y Mihawk. La destreza del cazador de recompensas es menos que nada al
lado de la maestría de aquel conocido como el mejor del mundo. Sin embargo, su
fuerza de voluntad y arrojo se ganan la admiración de Mihawk, que decide perdonarle la vida y esperar pacientemente a que
mejore para convertirse en alguien digno con el que batirse. Zoro promete a Luffy entre lágrimas que no volverá a perder ante nadie
(momentazo).
Y cuándo el conflicto entre los defensores del Baratie y los piratas de Krieg estalla, Nami abandona a los suyos llevándose los tesoros y el barco, algo que nos deja dudosos ya que la compañera protagonista no parece ser tan buena como aparenta.
Y cuándo el conflicto entre los defensores del Baratie y los piratas de Krieg estalla, Nami abandona a los suyos llevándose los tesoros y el barco, algo que nos deja dudosos ya que la compañera protagonista no parece ser tan buena como aparenta.
Y eso es todo. Un gran tomo con buenas y
moderadas dosis de acción, humor, y ese momentazo de Zoro y su juramento. Que grande es esta serie.
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