01/04: Aquaman: El Hundimiento de
San Diego (144 Págs.)
Will Pfeifer y Patrick Gleason –
Planeta DeAgostini 2008
Ningún superhéroe con tantos números a
sus espaldas y tanta historia, ha sido tan ignorado como Aquaman. Si tenemos que ver qué cómics de este
personaje han salido al español hasta el New
52, sólo obtendremos Aquaman La Espada de
Atlantis, de Planeta
de Agostini Cómics, y algunos especiales de Ediciones Zinco. Esto es debido a que Aquaman nunca ha sido un personaje con demasiados lectores fieles, por
no decir que DC no
lo hizo fácil, teniendo en cuenta que no fueron capaces de meter un equipo
creativo que se mantuviera el tiempo suficiente y con el interés adecuado para
relanzar al personaje y hacerlo interesante durante una larga etapa que merezca
la pena leer. Si a todo esto le sumamos un enorme caos en el propio origen del
personaje por culpa de las Crisis originales y demás, digamos que no es demasiado
accesible. Y como el mes pasado leí el primer tomito de los New 52 con el relanzamiento del
personaje, quise leer algo más de este personaje que sólo tenía de oído y nunca
había leído algo anterior.
El caso es que Planeta DeAgostini, trató de recuperar material del personaje, por
lo cual publicó una de las sagas más famosas que ha tenido en toda esta década:
El Hundimiento de San Diego, del
Will Pfeifer. ¿Y de qué va esta saga? El propio
título lo resume a la perfección, gran parte de la ciudad de San Diego ha sido enterrada en el mar
por culpa de un enorme terremoto que ha sido provocado intencionadamente por
alguien. La saga arranca a la perfección con imágenes aterradoras donde
mujeres, niños y animales (el famoso ZOO ha sufrido también esta terrible
catástrofe) permanecen flotando inertes bajo el agua, ahogados, muertos. A
quien más le afecta esta situación es, obviamente, al señor de los mares. Aquaman siente que debe ayudar, incluso
aunque sea demasiado tarde. O quizás no lo sea, pues pronto empiezan a verse
casos tan extraños como que algunas de las cuatrocientas mil víctimas empiezan
a salir del agua y a ahogarse al respirar el oxígeno. Por si esto fuera poco,
un ser extraño vigila con sus mil ojos en la zona de San Diego que permanece
hundida. El superhéroe no puede quedarse quieto ante estás situaciones tan
asombrosas y debe resolver el misterio cuanto antes.
Lo que sí me gustaría destacar sobre es de que si puede existir lugares ficticios como Metrópolis, Gotham City o incluso Keystone City, no veo por qué no puede ocurrir una catástrofe tan permanente en una ciudad real que, podría decirse, sobrepasa todo lo excepcional. Y esto lo comento porque al final digamos que nada se arregla por arte de magia, el daño está hecho y las situaciones se mantienen, de ahí me refería a que Pfeifer juega con valentía en esta saga y consigue darle a Aquaman un status quo que hace mucho más interesante la colección. Algo nuevo dentro de algo viejo. Esto sería algo loable si no fuera porque se dejan varios cabos sueltos y la saga no funciona bien por sí sola, realmente necesitas seguir leyendo más para saber cosas tan indispensables como qué empresa es la que se ha encargado de algo así y cómo se beneficia por ello. Es como ofrecerle al lector una historia por la mitad.
Lo que sí me gustaría destacar sobre es de que si puede existir lugares ficticios como Metrópolis, Gotham City o incluso Keystone City, no veo por qué no puede ocurrir una catástrofe tan permanente en una ciudad real que, podría decirse, sobrepasa todo lo excepcional. Y esto lo comento porque al final digamos que nada se arregla por arte de magia, el daño está hecho y las situaciones se mantienen, de ahí me refería a que Pfeifer juega con valentía en esta saga y consigue darle a Aquaman un status quo que hace mucho más interesante la colección. Algo nuevo dentro de algo viejo. Esto sería algo loable si no fuera porque se dejan varios cabos sueltos y la saga no funciona bien por sí sola, realmente necesitas seguir leyendo más para saber cosas tan indispensables como qué empresa es la que se ha encargado de algo así y cómo se beneficia por ello. Es como ofrecerle al lector una historia por la mitad.
En
el apartado técnico aprueba con nota, contando con Alan Davis
para unas magníficas portadas y con un inspirado Patrick Gleason
para el interior. El estilote este dibujante es expresivo, dinámico y repleto
de escorzos. Aparte, en esta saga tiene un gusto por el detalle exquisito y las
imágenes que nos brinda de esa ciudad bajo el agua es sensacional.
En
definitiva, una saga que por si sola no se mantiene del todo bien pero que se
deja leer, es recomendable y tiene detalles muy interesantes a tener en cuenta.
Es una pena que no sea verdaderamente el inicio de una etapa, pues como tal
funciona a la perfección y podría haber dado mucho más de sí.
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