02/04: Buda
Vol. 3 (286 Págs.)
Osamu Tezuka – Planeta DeAgostini
2002
El
tercer volumen del manga sobre la vida del Buda que escribió y dibujó el maestro de
maestros Osamu Tezuka durante la década del 70,
nos lleva a través de la juventud de Siddhartha
como un príncipe a su transformación en monje. Ya en el tomo anterior veíamos
cómo Siddhartha está descontento con
su vida de príncipe y se plantea abandonar su pueblo. Y es en una aventura fuera de los muros
del castillo donde encuentra con Tatta
y se enamora de una mujer esclava, Mighaila.
Desde este punto comienza este tercer volumen, y comienza también el conflicto entre lo que cree y sus deberes como un príncipe,
fundamental para la trama.
Para nuestro disfrute, vemos en esta ocasión el
salto de la serie hacia la vida de Siddharta,
en lugar de los personajes de la periferia, pero Tezuka también no se olvida de estos personajes, y esto funciona bien, sin duda mejor que en el
volumen anterior.
De la historia de esta tercera entrega, me queda la duda por
ejemplo si el amor entre Siddhartha y
una esclava se basaba en absoluto en los hechos o puramente salió de la mente
de Tezuka. Sin duda esto le daría una nueva perspectiva sobre Siddhartha, saber que una vez tuvo una
historia de amor malogrado, y es que a esto va jugando todo el tiempo el Manga
no Kamisama, a mechar el relato histórico de este personaje tan trascendental
para la humanidad, con personajes secundarios inventados y situaciones
imaginadas que dotan de humor o mayor interés a esta obra.
Ejemplos de estos
casos tenemos al leer cómo Siddhartha
maltrata a su esposa o a su padre, ya que en su juventud, a
pesar de tener talento natural con la meditación, carece aún de compasión por
los demás. Y esto es una de las cosas que me
gustan, ver los comienzos de Buda.
Él no es perfecto, si no que va aprendiendo para llegar
hacia el Nirvana.
El arte es más
agradable, pero no es increíble. Las imágenes
muestran la historia, pero dan la sensación de estar ahí para hacer un trabajo,
no necesariamente para proporcionar una experiencia visual inolvidable para el
lector, y esto es algo que al ojo del lector actual, que está acostumbrado a
otro grafismo en el manga, puede llegar a “hacerle ruido”.
En general, es
una nueva e interesante forma de explorar la vida del Buda, como vengo diciendo desde el primer volumen que leí de esta
serie, pero no se si se lo recomendaría a alguien que es completamente ajeno al
cómic por más que sea una historia basada en un personaje histórico. Espero que siga mejorando, porque me
resulta una obra muy entretenida que tiene potencial para despegar y llegar al
panteón de las obras maestras de Tezuka.
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