miércoles, 22 de abril de 2015

22/04: Spiderman: Primera Temporada



22/04: Spiderman: Primera Temporada (128 Págs.)
Cullen Bunn y Neil Edwards – Ovni Press 2012

Cuando empiezan a escucharse (o leerse) estos conceptos todas las alarmas se disparan: primera temporada, orígenes, nuevas generaciones, etc. La pregunta que surge es lógica: ¿Otra vez? ¿Pero esto no me lo han contado ya? En el cine Marc Webb tenía la versión de Sam Raimi todavía reciente y en las viñetas Cullen Bunn y Neil Edwards (guión y dibujo respectivamente) tiene al universo Ultimate. En ambos casos, sin embargo, estas nuevas revisiones pueden aportar cosas interesantes.
 Lo más importante a tener en cuenta de este tomo en tapa dura es que vuelve al origen clásico del hombre araña. La araña que transforma a Peter Parker es radioactiva, no está genéticamente mutada. Puede que en apariencia este sea un detalle menor, pero es un claro reflejo del tono de la historia,  que se traslada incluso al villano principal de la historia (el relato no se limita a actualizar la primera aventura del trepamuros en Amazing Fantasy #15, sino que lo completa con un primer gran reto para nuestro héroe), que no es otro que El Buitre.

 Este enemigo apareció por primera vez en Amazing Spider-Man #2 (mayo, 1963), y no es el primer supervillano al que se enfrentó nuestro  héroe, si no que  fue Camaleón,  y si bien incluirlo habría sido un interesante guiño, lo cierto es que su historia (espía soviético) habría sido más difícil de trasladar a un tomo introductorio como es el que nos ocupa. Adrian Toomes (Buitre), en cambio es bastante más plano, por eso encaja mejor con las intenciones de los autores (que no son otras que las de presentar a la araña).
 Sobre la historia en sí, poco se puede contar que no se haya hecho ya. El origen es el origen, y por muchas vueltas que se le quiera dar (que no es el caso), los aspectos clave son inamovibles. ¿Esto que conlleva? Pues que de primeras su lectura resulte poco atractiva para los lectores más versados en las aventuras de Spider-Man; y al contrario, que sea una pieza valiosa para los neófitos. Y sin embargo, superadas las dudas iniciales, Cullen Bunn plantea un guión con situaciones muy divertidas, como las fantasías de Peter con el mundo del espectáculo o la fabricación de su traje, alejadas de la seriedad de la última versión cinematográfica. Además, algún que otro personaje secundario como Katy Kiernan le aporta nuevos matices a la historia. En el aspecto negativo, quizás queda la sensación de que no se ha aprovechado del todo la oportunidad.
 En un volumen que pretende captar a nuevos lectores y presentar el universo del trepamuros, se echa en falta que la narración no es del todo sólida. Hay fragmentos por los que se pasa de forma abrupta (como el episodio de la picadura) y otros se extienden durante bastantes páginas. Y, por otro lado, los principales secundarios (Tía May, Jonah Jameson o Flash Thompson), quedan relegados a apariciones casi episódicas, cuando merecerían una mayor atención.
Aún así, no deja de ser un interesante acercamiento a los orígenes de una de las figuras más destacadas del mundo del cómic. En estos tiempos de continuidades y universos paralelos, para los que quieran leer una historia sin pretensiones del trepamuros, o para que los chicos nuevos puedan engancharse, tienen una buena oportunidad.

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