05/04:
FullMetal Alchemist – Vol. 9 (181 Págs.)
Hiromu
Arakawa – Norma Editorial 2007
En este noveno volumen, los hermanos Elric,
Winry, Ling y los dos guardaespaldas de éste llegan en tren a Central
City. Después de un octavo tomo con una historia que tenía un final más o
menos definido, nos encontramos con un noveno volumen realmente interesante en
el cual hay mucho de revelador (como ya nos tiene acostumbrados la autora, Hiromu Arakawa), de emotivo
y hasta un final que deja todo el mundo expectante ante lo que pueda suceder en
el próximo número. Parece que ya hemos dejado el pasado de Ed y Alphonse,
y ahora toca volver a la cruda realidad, pues Arakawa ha ido desarrollando, de forma paralela a los flashbacks y demás aventuras
de los protagonistas en Dublith, una trama que se convierte, en este
tomo en el tema principal a tratar.
Los
hermanos alquimistas aún no saben que el Coronel Hughes fuera asesinado
tiempo atrás, y la revelación de este trágico acontecimiento tomará por
sorpresa tanto a ellos como a su amiga Winry.
Además, una investigación por parte del ejército ha provocado que la principal
sospechosa, la Alférez Ross, a las órdenes de Armstrong, haya
dado con sus huesos en la cárcel. A partir de ahí, todo tomará un cariz
muchísimo más serio y triste, tal y como quedaba en la impresión del lector al
finalizar la lectura del capítulo en el que moría el entrañable Hughes.
Sin embargo, no estamos ante un tomo repleto de momentos emotivos en cuanto a la forma de transmitirse la noticia de la muerte de un personaje, hasta ahora, importante para los dos protagonistas. Creo que el punto fuerte ha sido el gran empujón que ha recibido un personaje que hasta ahora había sido tratado muy de soslayo y que parece que ya recibirá una atención que siempre se ha venido insinuando pero nunca ha llegado la oportunidad de dedicarle las páginas necesarias. Hablo, por supuesto, de Roy Mustang, el Alquimista de Fuego. Recuerdo aquel episodio en el cual reunía a un equipo de aliados con la misión de llevárselos a Central City y ahora me alegro de comprobar que la presencia de cada uno de ellos no es olvidada, en ningún caso por Arakawa en su genial planteamiento de la historia. No es disparatado pensar que cualquier acción de Mustang a partir de ahora pueda resultar el motor perfecto para la evolución del manga hacia el lugar adecuado.
Sin embargo, no estamos ante un tomo repleto de momentos emotivos en cuanto a la forma de transmitirse la noticia de la muerte de un personaje, hasta ahora, importante para los dos protagonistas. Creo que el punto fuerte ha sido el gran empujón que ha recibido un personaje que hasta ahora había sido tratado muy de soslayo y que parece que ya recibirá una atención que siempre se ha venido insinuando pero nunca ha llegado la oportunidad de dedicarle las páginas necesarias. Hablo, por supuesto, de Roy Mustang, el Alquimista de Fuego. Recuerdo aquel episodio en el cual reunía a un equipo de aliados con la misión de llevárselos a Central City y ahora me alegro de comprobar que la presencia de cada uno de ellos no es olvidada, en ningún caso por Arakawa en su genial planteamiento de la historia. No es disparatado pensar que cualquier acción de Mustang a partir de ahora pueda resultar el motor perfecto para la evolución del manga hacia el lugar adecuado.
La
nota cómica, siempre bien dosificada por la autora, mejorando en esta faceta en
los últimos tomos de forma que ha abandonado el surrealismo de algunas
situaciones a las bromas bien llevadas, la dan Guardián 66 (la armadura
que está en la casa de Falman) y Ling.
Ambos personajes son los que llevan el peso de la parte más animada de un
relato repleto de momentos tristes, como ya he comentado. Aunque también
tenemos los habituales extras del final, mucho menos destacables en esta
ocasión. La correcta edición hasta con sobrecubiertas, se encuentra al español
por Norma Editorial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario