27/01: Real – Vol. 6 (226
Págs.)
Takehiko Inoue – Editorial
Ivrea 2008
La historia, a grandes rasgos, nos cuenta las
peripecias de tres personajes. El primero, Totomi
Nomiya, es un joven con problemas de conducta, que deja la escuela después
de un accidente en moto, en donde deja en silla de ruedas a Yasumi, una chica que acababa de
conocer. Si bien tiene escenas que nos dan gracia, es un personaje complejo, ya
que pasará los días tratando de ser mejor persona. Luego tenemos a Kiyoharu Togawa, un joven atleta que
por una rara enfermedad deben amputarle una pierna, y entonces se dedica a
mejorar en el básquet en silla de ruedas. Y por último, a Hisanobu Takahashi, un ex
compañero de Nomiya, que se cree
superior a los demás, y queda en silla de ruedas luego de un accidente.
En este sexto tomo, cae el protagonismo entre Nomiya y Takahashi. El primero, intentando acomodar su vida, mediante su
trabaja en una compañía de mudanzas, mientras busca un objetivo en su vida.
Pero los galardones se los lleva Takahashi,
quien pasa a vivir con su padre, después de que se resigne a su recuperación en
el hospital, y su madre sufra un pico de presión. La relación de Takahashi y su padre, que lo abandonó
hace años, es simplemente genial. Los recuerdos de su niñez con su padre, su
trauma de abandono, su mirada despectiva hacia él, todo está perfectamente
detallado. Y el final del tomo simplemente es para lagarse a llorar. El autor
nos muestra cómo puede dejar al desnudo los sentimientos de sus personajes, en
un grito de desesperación.
Después de alabar tanto esta obra, no queda
mucho que decir del dibujo. Simplemente, Takehiko
logra hacer escenarios reales, rostros reales, expresiones reales, miradas
reales. Es impresionante lo bien que le sale dibujar las caras de los niños
japoneses.
Realmente es una
obra para no serle indiferente, y tener entre las series imprescindibles que
uno tiene que leer más temprano que tarde.
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