30/01: Bleach – Vol. 20 (244 Págs.)
Tite Kubo – Editorial Ivrea 2012
Nos metemos en el maintstream nipón. Y
los exitazos en ventas siempre serán los manga shonen. En este caso, es un
manga que impacta por su alto nivel gráfico y sus chorros de sangre en un manga
para chicos y adolescentes: Bleach.
La reseña es sobre el tomo 20, y esto es un “mal” del cómic japonés que puede
influir en potenciales lectores. Muchas series son larguísimas, superando los
30, los 40, los 50 o incluso hasta los 60 tomos. Unas sumas avasallantes.
La
serie está siendo publicada por Editorial
Ivrea, con traducciones de Marcelo Vicente
y publicaciones muy lujosas (a veces hasta con algunas páginas a color). Este
tomo fue publicado en Agosto 2012, y contiene los capítulos 169 a 178.
Para los que no sepan de qué va esta obra, el
protagonista Ichigo Kurosaki tiene
la capacidad de ver los espíritus de los muertos. Un día se encuentra con un
Hollow (espíritus corrompidos que se morfan a los demás) que ataca a su
familia, y a una Shimigami (dioses de la muerte, algo así como parcas que
purifican Hollows), Rukia Kuchitki.
Ella le otorga sus poderes a Ichigo,
quien se convierte en Shinigami que irá purificando espíritus. Lo interesante
del asunto, es que le da a los Shinigami un aspecto de samurai, que pelean con
sus espadas, las cuales cada una tiene diferentes poderes. Y cada Shinigami
está ubicado como en una jerarquía militar liderada por la Sociedad de Almas,
donde tenemos 13 divisiones, Capitanes, Tenientes, etc.
En
este tomo presenciamos el final de la Saga de la Invasión a la Sociedad de
Almas. Se nos revela que el Capitán
Aizen se encuentra vivo, su muerte fue una farsa, y es la cabeza detrás de
toda la conspiración contra la Sociedad de Almas. Con un intelecto arrollador,
declara haber manipulado a su favor a Ichigo
y sus compañeros, y preparar la muerte de Rukia,
ya que en su interior Kisuke Urahara
había guardado un peligroso objeto capaz de transformar un Shinigami a un
Hollow, para superar el límite de poder de un Shinigami. Además, su poder
parece ser inalcanzable, ya que hiere a Hitsugaya,
a Momo, a Renji e incluso a Ichigo.
Una vez que toda la Sociedad de Almas descubre su traición, huye al Mundo
Hollow junto a sus aliados, quienes resultan ser Ichimaru y Tousen.
Esta obra no deja de ser un manga shonen.
Con un protagonista joven (de 15 años) pero que parece de más de veinte, quien
tiene que pelear contra oponentes cada vez más fuertes (como si fuera un RPG),
donde hay flashbacks del pasado, humor algo forzado para amenizar las escenas
de machaca, y una victoria del héroe por luchar para proteger seres queridos,
por la amistad, etc.
Pero realmente Tite
Kubo sacude un poco el shonen. Las batallas suelen ser sangrientas, muy
bien logradas, espadas diferentes y bien diseñadas, todo un nivel gráfico que
te atrapa. Si te gustan las buenas peleas (sobre todo con espadas) y escenas de
acción, esta serie te va a enganchar demasiado.
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