15/04: Crónicas del Viento (224 Págs.)
Kan Furuyama y Jiro Taniguchi – Editorial
Ivrea 2004
Si hay dos mangakas que me re contra
copan son Takehiko Inoue y Jiro Taniguchi. En esta ocasión, reseño
un manga de Taniguchi, pero en el que sólo
aporta como dibujante, ya que el guión está a cargo de Kan
Furuyama, un historiador japonés que también ejerce como profesión
guionista de cómics. Publicado originalmente en 1992, Crónicas del Viento (Kaze no Sho) fue publicado en España por
Editorial Ivrea, en el 2004, y cuenta
con el gran aporte de Agustín Gómez Sanz,
encargado de la traducción y de aclaraciones complementarias. Nos encontramos
ante un manga histórico, que mezcla la historia de Japón con político y
aventura de samuráis.
Este
manga autoconclusivo trata sobre Jubei Yagyu, que debe recuperar unas
Crónicas Secretas Yagyu que han sido robadas por un emperador retirado, el
emperador Gominoo, que pretende
utilizarlas para derrocar al shogunato de los Tokugawa mediante otra guerra civil y así poder controlar todo
Japón, ya que éstas guardan un gran secreto capaz de poner en peligro el
gobierno. La historia está protagonizada por Jubei y su hermano, pero a la vez están
narradas por Kaishu Katsu, que nos
mete en el contexto sociopolítico de la época y los diversos hechos históricos
que habían ocurrido.
Encontramos,
a lo largo de la obra, diversas clases sociales, de manera que podemos hacernos
una idea de la sociedad japonesa de aquella época. En lo alto del escalafón
encontramos a los Daimyo (señores
feudales) y el Clan Yagyu, que se
encarga de entrenarlos y a la vez, de protegerlos. En este nivel encontramos a Jubei Yagyu, gran espadachín del clan y
al cuál le encargan la misión de recuperar las crónicas, que han sido robadas
por el que será el antagonista real del protagonista, un tal Yashamaro, obsesionado con los ideales
del emperador retirado Gominoo, que
desea hacerse con el poder para derrocar a los Tokugawa que antiguamente le habían humillado. Además, encontramos
al narrador Kaishu Katsu, cabecilla
militar durante la revolución Meiji y que rindió las tropas frente el riesgo de
caer en otra guerra civil y permitió el contacto con extranjeros.
Es
una obra donde los datos históricos son explicados de forma detallada e
interesante, un punto a favor para Kan
Furuyama, aunque tenga como punto en contra la parte teórica con las
técnicas de combate, en donde al ser reales se expliquen muy al detalle. El
dibujo de Jiro Taniguchi, como
siempre, es brillante, sobresaliente y con mucho realismo en cuanto a poses,
vestimentas y escenarios. Realmente se complementa perfectamente con el guión.
Y donde lo vemos pelar escenas de peleas con espadas, escenas de acción que no
están presentes en sus otras obras, donde se hace hincapié en la naturaleza y
en la contemplación.
Es
una obra ideal para los que aman el manga histórico, que además cuenta con el
plus de contar con Taniguchi en los
dibujos. Una obra de gran calidad, sin dudas.
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