26/04: Blood: The Last Vampire
2000 (194 Págs.)
Benkyo Tamaoki – Editorial
Ivrea 2002
Después de abordar cómics de temática
zombie en las últimas reseñas, continúo con el terror, pero esta vez de la mano
de los ya trillados vampiros. Y regreso a este género de la mano del universo Blood, que reseñé anteriormente. Pero
esta vez la obra se ubica en la primera parte del universo multimedia Blood. Y
para aclarar parte, hagamos un poco de historia. Mamoru Oshii, el director de la genial película de animación Ghost In The Shell, realiza dos novelas
que sirvieron como punta de partido al universo de Blood, y que le siguió la película animada Blood The Last Vampire. Estas obras podían verse y leerse
independientemente, pero a la vez formaban un todo, ya que contaban “pedazos”
de la historia de la vampira original, Saya.
Y es así como la editorial Kadokawa
Shoten publica en su revista Ace Next
un manga de 6 capítulos (luego recopilados en un solo tomo, que es el que nos
compete) llamado Blood The Last Vampire
2000 como continuación de la película y de la franquicia.
Nos
encontramos en el año 2000 y Saya
continúa con su cacería de quirópteros
junto a la Organización Red Shield.
Ahora tiene la misión de vigilar a una chica con contactos con estas criaturas
y una supuesta líder. Lo que Saya no
sabe es que su pasado y la verdad de la organización van a salir a la luz, lo
que le obligará a decidir un nuevo camino para su futuro.
El
manga de Blood: The Last Vampire tiene dos apuestas principales: la
violencia gráfica a través de la viñetas, y el erotismo explicito que abunda en
la obra. El primero viene dado por la concepción de la historia que se marca en
la película; el segundo era evidente cuando se habla de que este manga es
trabajo de Benkyo Tamaoki, un mangaka abocado
al género hentai (el anime porno, digamos). Y si bien esta incursión del
erotismo en la temática general no me pareció tan absurda y forzada, no terminó
de agradarme, y esto fue debido a que las escenas con ese diseño de personajes
escuálidos y melancólicos, resulta más inquietante que atractivo, aunque quizá
despertar esos sentimientos era lo que el autor buscaba.
Este manga, al igual que su antecesora
animada, no apuesta por un argumento profundo o sumamente trabajado,
sencillamente su historia no tiene mayores pretensiones que las de deleitarnos
con un espectáculo visual a partir de la incesante cacería de quirópteros. Aún
así, en esta obra se logra apreciar una tenue crítica lanzada hacia el núcleo
de la sociedad: la familia. Y de esta crítica podemos desprender esa atmósfera
de cierto pesimismo y enajenación que acompaña a algunos personajes y
situaciones, y que a fin de cuentas son estos problemas familiares y personales
los que mueven el desarrollo de la historia.
El
ritmo con que se desarrolla la narrativa es contrastante, ya que por un lado
tenemos el ritmo casi letárgico predispuesto para abordar el tema de los
dilemas personales que afronta Akiko,
y por el otro lado se encuentra aquel ritmo vertiginoso para
desplegar las mejores habilidades de Saya
en torno a su cacería de quirópteros. Y algo que es imposible pasar por
alto es el pobre manejo que el autor ejerce sobre las viñetas, en muchas
ocasiones apenas existen 3 ó 4 viñetas por página, derivando en saltos
demasiado bruscos entre lo que acontece en una y lo que se muestra en la siguiente.
Aunque el dibujo es relativamente pobre en el detalle de los fondos y los
personajes, la estética se asemeja mucho a la de la película, esencialmente en
lo que se refiere a los quirópteros y al ambiente mayormente oscuro, así como
el buen manejo de las sombras y la iluminación.
Como el otro manga reseñado de Blood, este tomo sufre la desventaja
que, aunque pueda leerse de forma independiente, está orientada para los
seguidores del universo multimedia de la franquicia. Y aún así, la historia no
se desarrolla mucho, cumpliendo únicamente el cometido de entretener desde su
aspecto visual, y no ahondar mucho en el futuro y pasado de los personajes. Aún
así, para los seguidores del gore o la temática vampírica que no conocen la
serie, les va a gustar igual sin lugar a dudas.
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