30/07: Batman: Las Primeras
100 Historietas – Vol. 14 (106 Págs.)
Bill Finger y Bob Kane – Grupo Clarín
2011
Como siempre comento
cuando vuelvo a adentrarme en la colección “Batman: Las Primeras 100 Historietas”
publicados por Grupo Clarín en el
2011 con la traducción y prólogos a cargo de Anna Fonoll Branchadell y Alejo García Valdearena respectivamente, nos
encontramos ante una obra hija de su época, con dibujos más bien simples, con
poca definición en los rostros, y guiones inocentes, pensados mayormente para
un público infantil. Este tomo recopila los números USA Batman 12 y 13, Worlds Finest Comics 7, Detective Cómics 67 y 68, publicados entre Agosto y Noviembre
de 1942. Si bien tenemos algunos dibujos de Jerry
Robinson y Jack Burnley como en los
últimos tomos, tenemos el regreso de la dupla original en la mayoría de las
historias: Bill Finger en los guiones y Bob Kane en el dibujo.
La
primera de las siete historias se titula “24
Horas con Batman”, y sencillamente de eso trata, pero llevado al extremo.
Hay tiempo para ver a Batman y Robin entrenar a la mañana, desayunar,
vender bonos de guerra para apoyar al país (clave para apoyar la intervención
bélica en la Segunda Guerra Mundial), atrapar a unos ladrones de joyas en un
museo, realizar piruetas para entretener niños en un hospital, y nuevamente a
otros atracadores.
La
segunda aventura es entretenida al menos, cuando una banda de criminales robe
en Alaska y el Caballero Oscuro tenga que mudarse de escenario para atraparlos.
Al menos es bueno verlo luchar en la nieve y no siempre en las calles de Gotham.
La
tercera historia es prácticamente una joda. Tenemos nuevamente al Pingüino como antagonista, y nuevamente
su relación con las aves, cuando utilice cuervos, un papagayo y hasta águilas
para robar joyas de ricos o de joyerías. Las partes mas bizarras son sin dudas
ver al Pingüino escapar arriba de un avestruz, o verlo disparar un gas pimienta
a Batman y Robin que los hace estornudar, y hasta el narrador nos dice que “se
debilitan por los estornudos” y eso le sirve al villano para atarlos y hacerlos
prisioneros. Realmente freak.
La
cuarta aventura es una continuación del caso de Dos Caras visto en el tomo anterior, en el cual el fiscal Harvey Kent (aún no se cambiaba su
apellido a Dent) se transforma en el
criminal Dos Caras, quien tira su
moneda para decidir sus crímenes, que están relacionados con el número dos. El
momento inverosímil infaltable se da cuando Batman
es noqueado sólo con la moneda que Dos
Caras le lanza en la cabeza.
La siguiente historia sí resulta
interesante, cuando se le de mucha bola a Dick
Grayson como personaje y no a su alter ego de Robin, cuando Batman lo
echa de la lucha contra el crimen y el niño debe apañárselas solo. Finalmente,
todo resulta ser una pantalla que utiliza Batman para proteger a su compañero
de una banda de criminales.
En la séptima aventura nuevamente regresa
el Joker, que realiza unos robos y
bromas pesadas que hacen llorar a la gente, pero todo era un engaño porque el
verdadero plan era falsificar unas firmas para realizar diferentes robos. El
final ya raya en lo inclasificable, al pedir un cheque por una gran suma para
liberar a un rehén, pero el cheque al estar a nombre del Joker, no puede ir a cobrar.
Y en la última historia, un ex convicto se vengará de sus ex compañeros
criminales que lo delataron con asesinatos que tienen a las piedras como eje
principal (así de raro suena).
En
conclusión, un tomo que parece atrasar un par de casilleros, pero ya vamos
llegando al final.
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