29/07: Detective Conan – Vol. 1 - Tomo 3 (180 Págs.)
Gosho Aoyama – Planeta
DeAgostini 2004
Tercer tomo de esta genial serie que
combina el relato policial con algunas escenas de humor, que tantos récords ha
roto en Japón tanto en su serie impresa como en su adaptación animada. Y es que
si hay algo que hace interesante Detective
Conan es sin duda su protagonista, un adolescente en el cuerpo del niño,
algo que permite la identificación del lector de diferentes edades. La
editorial española Planeta DeAgostini
publicó trece tomos de la serie con el nombre Volumen 1, para luego seguir publicando el resto de esta obra como Volumen 2, ya que la serie había sufrido
un parate por bajas ventas, algo que remontó al estrenarse su anime en el país
ibérico.
En este tomo (que comprende los capítulos
20 al 29) nos encontramos con dos misterios. El primero de ellos sucede a bordo
de un barco (no es el primero ni él último misterio resuelto en un barco, al
final Conan resuelve misterios en
cualquier medio de transporte). Esta
historia sirve para ver el prototipo de personajes que suele diseñar Gosho Aoyama para sus misterios: Personaje huraño que
tiende a llevarse mal con el resto (suele ser la víctima), personajes de
apariencia bondadosa e introvertida (que suelen ser los asesinos por qué en el
fondo guardan un tremendo odio hacia la víctima, y ese odio es de hace muchos
años), personajes con mal carácter (que
tienden o a ser sospechosos principales o a ser los segundos asesinados).
En
este caso, Ran, Mouri y Conan se
encuentran en un barco con una pareja de recién casados. Ran enseguida entabla
amistad con la novia, y esta le presenta a su familia. Dicha familia está
repleta de prototipos Aoyama: abuelo
huraño, hijos con mal carácter, hijos bondadosos, hijos introvertidos. Y horas
después de conocerlos se produce el primer asesinato, el abuelo fallece. El
principal sospechoso es el novio recién casado, pero Conan sabe que nada es lo que parece y no parará hasta encontrar al
verdadero culpable del asesinato del anciano (y de posteriores ataques). Este
caso ocupará los primeros 6 capítulos.
El
otro caso (que ocupa los 4 capítulos restantes del tomo) trata sobre un hombre
que acude a la oficina de Kogoro Mouri
diciendo que desde hace una temporada “alguien” le envía juguetes y dinero. El
señor en cuestión ha recibido ya un total de 25 millones de yenes (convengamos
que es algo lindo pero atípico) y quiere saber quién y por qué le manda ese
dinero. Peeeeeeero, en este caso, Ran recibe inspiración divina y se da cuenta
de que no es normal que Conan, con lo
pequeño que es, realice ciertas deducciones ayudando a su padre. Y ahí empieza
la sospecha. ¿Y si Conan fuera Shinichi?
Esto hace a un caso no tan atrapante mucho más interesante, combinado con un
final dramático para cerrar la historia bien arriba. Pero como suele pasar cada
vez que termina un caso en estos primeros tomos, es que la serie recupera su
status quo inicial.
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