10/07: Real – Vol. 9 (206
Págs.)
Takehiko Inoue – Editorial
Ivrea 2010
Sin contar las escenas en donde aparece Totomi Nomiya, este décimo tomo se
centra casi exclusivamente en el hospital, en la etapa de rehabilitación que
tiene que sobrellevar Hisanobu Takahashi.
Para que esto también tenga interacción y escenas emotivas e intimistas, sus
compañeros de rehabilitación tendrán mucha ingerencia en la historia, sobretodo
el luchador Shiratori. Destacado el
trabajo que hace el autor de este manga, Takehiko
Inoue, al retratarnos tan a la perfección el mundo del llamado
“wrestling”, la lucha libre profesional, que tan popular es en países como
Estados Unidos, México y Japón. Este décimo tomo, que recopila los capítulos 49 a 54, como los demás tomos
anteriores vinieron de la mano de la mano de Editorial Ivrea, que nos trae su versión impresa en España, pero
con el pro de tener sobrecubiertas y 8 páginas a color.
Con la decisión que Nomiya había tomado en el tomo anterior, decide ser un jugador de
basketball profesional, en la liga japonesa. Para eso debe prepararse para una
prueba que en dos meses llevará su equipo elegido. Para eso, se ve en la prueba
de intentar superar al base estrella del equipo, un novato estrella que tiene
todo para triunfar, pero que su juego individualista no le permite al equipo
ganar. Es por eso que Nomiya buscará
ser el base que el entrenador desea y él también sueña, un base que haga jugar
a todo un equipo como un conjunto, y eso transmita sentimientos a los
espectadores.
Por el lado de Hisanobu, que es a quien más atención dará el autor en estos
capítulos, seguirá llevando a cabo su rehabilitación, para poder salir del
hospital y andar solo en su silla de ruedas. El contraste lo hará con sus
compañeros, y eso llevará a que se abra a las personas, deje su arrogancia y
hable con personas que nunca en su vida hubiera hablado si no hubiera tenido su
accidente. Y de la mano de Shiratori,
comprenderá que el ser humano debe buscarse un objetivo para poder esforzarse y
seguir adelante, ya que el luchador buscará poder caminar en tres meses y
volver al cuadrilátero. Cuando Hisanobu
vuelve a fallar en sus pruebas de rehabilitación se preguntará cuál es su
objetivo, si odia la vida que tiene en este momento, y nuevamente sin diálogos
y con mensajes emotivos a través de las imágenes, Takehiko Inoue nos muestra que tal vez pueda tener el objetivo de
participar en el básquet de sillas de ruedas.
¿Queda algo más para alabar de este genial
autor y esta obra intimista e inusual que tango pega? Creo que sólo me queda
esperar el siguiente tomo.
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