13/07: Chhht! (124 Págs.)
Jason – Atisberri 2002
Continuando después de meses con las obras
del dibujante Jason, llego a ¡Chhht!, el primero de los cómics del autor noruego que se
publicó en España y singular
recital de maestría narrativa por un autor cuya evolución ha ido al revés de
como se puede observar en algunos de sus compañeros de profesión: si la
evolución a la hora de contar una historia lleva en algún momento a prescindir
de la palabra para que sean las imágenes las que nos transmitan aquella, Jason
comienza en este punto para ir añadiendo poco a poco el uso de la voz a sus
antropomorfizados personajes.
Con
un cuervo como protagonista, Jason explota en ¡Chhht! las mismas habilidades
narrativas que le hemos podido ver en sus obras posteriores, con la diferencia
de que en algunas de las muchas historias cortas que componen este tomo, el
autor se muestre extremadamente críptico, dificultando bastante la aprehensión
de lo que quiere transmitir, un mensaje que queda claramente expuesto en unos
momentos, para pasar a oscurecerse en el siguiente. Cargando las tintas en la
intensa fuerza con la que se sabe capacitado a la hora de hacer llegar
sentimientos como la melancolía, la desesperanza o la pérdida, Jason
elige esta última, centrada de nuevo en la ausencia de un ser querido, para
comenzar la dispar narración con una intensidad impresionante.
El humor, aunque sea agridulce, también tiene cabida entre la miríada de facetas que el noruego es capaz de abarcar, y es inevitable no esbozar una pequeña sonrisa al contemplar la forma en la que nos muestra como la muerte se apega a aquellos que deben fenecer. A partir de ahí, y casi siempre mediante una cerrada estructura de 6 viñetas por página (que rara vez es rota), Jason dibuja con mayor o menor habilidad relatos que van desde el correr del tiempo cuando un hijo hace aparición en nuestras vidas, hasta todo lo que puede pasar por nuestra cabeza cuando somos engañados y el despecho hace presa de nuestros pensamientos.
El humor, aunque sea agridulce, también tiene cabida entre la miríada de facetas que el noruego es capaz de abarcar, y es inevitable no esbozar una pequeña sonrisa al contemplar la forma en la que nos muestra como la muerte se apega a aquellos que deben fenecer. A partir de ahí, y casi siempre mediante una cerrada estructura de 6 viñetas por página (que rara vez es rota), Jason dibuja con mayor o menor habilidad relatos que van desde el correr del tiempo cuando un hijo hace aparición en nuestras vidas, hasta todo lo que puede pasar por nuestra cabeza cuando somos engañados y el despecho hace presa de nuestros pensamientos.
Es a partir de este último cuando la
lectura se vuelve más obscura y compleja de entender, dejando un sabor
agridulce final que aún así no es capaz de arruinar el recuerdo del grueso de
una obra que si algo demuestra es la gigantesca capacidad que Jason
ha venido demostrando desde el inicio de su carrera, una corta pero
impresionante trayectoria de un autor que ya forma parte de aquellos elegidos a
los que hay que seguir como si fuera un equipo de futbol, precisamente en este día tan futbolero.
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