15/08: Detective Conan – Vol.
1 - Tomo 4 (178 Págs.)
Gosho Aoyama – Planeta
DeAgostini 2004
Como buena persona viciosa, ahora que he
comprado lo que Planeta DeAgostini
publicó como Volumen 1 (que son los
primeros trece tomos recopilatorios) emprendo la lectura muy cebado con la
serie, y ya cerrando la compra de lo que sigue a continuación, los tomos de la
serie dentro de lo que recopilan como Volumen
2, para no estar muchos días sin la lectura de este adictivo manga. Detective Conan es una serie policial,
tomando mucho de las clásicas novelas policiales de autores como Agatha Christie y Arthur Conan Doyle. Su autor es Gosho
Aoyama, mangaka que con esta serie logra ser un dibujante puntero en
ventas, aunque anteriormente también haya pegado con series como Yaiba y Magic Kaito (serie inconclusa por el momento, con apenas cuatro
tomos, que también estoy leyendo y reseñando en estos días, muestra clara de lo
cebado que me ha dejado este autor).
En
este cuarto tomo, que recopila los capítulos 30 a 39, se narran tres casos. La
primera de ellas, que ocupa los primeros tres capítulos, ocurre en un museo, en
donde una persona ataviada con una armadura, asesina con una katana a un
empresario que compraría el museo. Ran, Kogoro y Conan se encuentran
allí justo en ese momento (ellos y su mágico imán para que suceda un crimen
cuando están en algún sitio tan tranquilamente). En esta ocasión las cámaras de vigilancia han
captado ciertas imágenes ¿pero servirán para que Conan resuelva el misterio? Lo mejor del caso, sin duda es el
final, la simbología de un justiciero manchado de sangre del demonio que
exterminó, transformándose de esta manera en un demonio también al asesinar.
La
siguiente historia (con otros tres capítulos de duración) es quizás la más
interesante de todo el tomo, y es que resulta que Conan vuelve a verse las caras con Gin y Vodka (los Hombres
de Negro que le subministraron la droga que lo encogió). En esta ocasión, Conan
se encuentra junto a Ran y Kogoro haciendo un viaje en tren. ¿Podrá
Conan detenerlos él solo? Resulta importante ya que puede descubrir sus nombres
en claves, pero no todo resulta como lo planea.
El último de los casos tiene lugar con la Liga
de Detectives Junior (de nuevo). En este caso (de 4 capítulos), los niños
tienen que enfrentarse a unos ladrones y un pequeño acertijo dibujado en un
papel, que parece ser un mapa de un tesoro. De las tres historias, resulta la
menos entretenido y más inverosímil.
Quizás me ha quedado un poco corta la
reseña, pero es que este es un tomo normalito del cual no puedo decir mucho
más. En unos días traeré la reseña del quinto tomo.
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