viernes, 29 de agosto de 2014

29/08: Detective Conan Vol. 1 - Tomo 5



29/08: Detective Conan – Vol. 1 - Tomo 5 (180 Págs.)
Gosho Aoyama – Planeta DeAgostini 2004

Ya nada me detiene en las reseñas relacionadas al mangaka Gosho Aoyama. Sólo un tomo más para finalizar su obra primeriza Magic Kaito (la cual no tardaré mucho en leer), obra inconclusa por el momento pero con cuatro tomos hasta el momento y no se sabe cuándo concluirá. Y su obra más conocida (que tampoco se sabe cuándo concluye), Detective Conan, de la cual compré sus primeros 13 tomos, que la editorial española Planeta DeAgostini publicó como Volumen 1. Estos tomos (que debo confesar me han costado 4 gambas) son una segunda edición a los viejos tomos publicados por el año 1998.

 Shinichi Kudo, el detective aficionado más famoso de Japón, ha sido víctima de un veneno experimental que le ha rejuvenecido, convirtiéndole en un niño. Camuflado como un escolar en casa de su amiga Ran, cuyo padre es detective, Shinichi (ahora llamándose falsamente Conan Edogawa) intenta descubrir a los misteriosos “hombres de negro” que le redujeron, y recuperar su tamaño.
 En este tomo se narran un total de 3 historias. En la primera de ellas (de 5 capítulos, la más extensa hasta el momento), Conan y Ran acuden a una casa en la montaña junto a un grupo de amigos de la hermana de Sonoko, la mejor amiga de Ran, la cual tiene como única misión en la vida buscar novio. De camino a la casa, Ran observa a un hombre con la cabeza vendada por completo y cubierto por una capa negra. El hombre huye camuflado entre la maleza, pero sin duda es un aviso de lo que están a punto de vivir, y es que al caer la noche tiene lugar un asesinato de una joven del grupo. Conan tendrá que investigar quién es ese hombre de las vendas que además parece que tiene cierto interés en matar a Ran, y al mismo tiempo tendrá que lidiar con un joven que no para de “chamuyar” a su “amigobia”.
 El siguiente caso, sucede en uno de esos clásicos karaoke japoneses, y tiene prácticamente los mismos protagonistas: Ran, Sonoko y Conan. Sonoko ha conseguido varias invitaciones para ver a uno de los cantantes de más éxito actualmente y la cita tiene lugar en un karaoke. No obstante, se llevan cierta desilusión al comprobar que el joven tiene un agrio carácter, y no para de beber y de meterse con su manager. Conan deberá resolver un misterio, cuando al cabo de las horas sucede un asesinato (no diré de quien), y comprobará cómo por falta de comunicación, dos personas han estado queriéndose toda una vida, pero nunca han podido ni podrán disfrutar juntos de su amor, ya que un malentendido los ha propiciado una situación que los ha separado para siempre.
El último de los casos es sin duda de estos que de entrada, ya te dejan con la boca abierta. Y es que una tarde, en la agencia de detectives de Kogoro, se presenta ni más ni menos una mujer que dice ser: Fumiyo Edogawa, la madre de Conan Edogawa. Aterrado, Conan ve como Ran lo entrega a esa mujer convencida de que es su madre que por fin viene a recogerlo. Pero Conan no conoce de nada a esa señora ¿Y pertenece a la banda de los hombres de negro? ¿Acaso lo han descubierto?
 Espectacular quinto tomo, el mejor hasta la fecha, superando los dos primeros que estuvieron geniales aunque sean introductorios. Los casos de asesinato, si bien ya parece medio joda que ocurran donde vayan Conan y Ran (decirles yeta ya es poco), se vuelven más emocionantes, más al límite, con enredos personales tan típicos de Agatha Christie. Con un final así, en mitad de una trama que tiene como eje el argumento principal de los hombres de negro, difícil aguantarse mucho tiempo sin leer el próximo tomo recopilatorio.

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