29/08: Detective Conan – Vol.
1 - Tomo 5 (180 Págs.)
Gosho Aoyama – Planeta
DeAgostini 2004
Ya nada me detiene en las reseñas
relacionadas al mangaka Gosho Aoyama. Sólo un
tomo más para finalizar su obra primeriza Magic
Kaito (la cual no tardaré mucho en leer), obra inconclusa por el momento
pero con cuatro tomos hasta el momento y no se sabe cuándo concluirá. Y su obra
más conocida (que tampoco se sabe cuándo concluye), Detective Conan, de la cual compré sus primeros 13 tomos, que la
editorial española Planeta DeAgostini
publicó como Volumen 1. Estos tomos
(que debo confesar me han costado 4 gambas) son una segunda edición a los
viejos tomos publicados por el año 1998.
Shinichi Kudo, el detective aficionado
más famoso de Japón, ha sido víctima de un veneno experimental que le ha
rejuvenecido, convirtiéndole en un niño. Camuflado como un escolar en casa de
su amiga Ran, cuyo padre es
detective, Shinichi (ahora llamándose
falsamente Conan Edogawa) intenta
descubrir a los misteriosos “hombres de negro” que le redujeron, y recuperar su
tamaño.
En
este tomo se narran un total de 3 historias. En la primera de ellas (de 5
capítulos, la más extensa hasta el momento), Conan y Ran
acuden a una casa en la montaña junto a un grupo de amigos de la hermana de Sonoko,
la mejor amiga de Ran, la cual tiene como
única misión en la vida buscar novio. De camino a la casa, Ran observa a un hombre con la cabeza
vendada por completo y cubierto por una capa negra. El hombre huye camuflado
entre la maleza, pero sin duda es un aviso de lo que están a punto de vivir, y
es que al caer la noche tiene lugar un asesinato de una joven del grupo. Conan tendrá que investigar quién es ese
hombre de las vendas que además parece que tiene cierto interés en matar a Ran, y al mismo tiempo tendrá que lidiar
con un joven que no para de “chamuyar” a su “amigobia”.
El
siguiente caso, sucede en uno de esos clásicos karaoke japoneses, y tiene
prácticamente los mismos protagonistas: Ran,
Sonoko y Conan. Sonoko ha conseguido varias invitaciones para ver a uno de los cantantes de más
éxito actualmente y la cita tiene lugar en un karaoke. No obstante, se
llevan cierta desilusión al comprobar que el joven tiene un agrio carácter, y
no para de beber y de meterse con su manager. Conan deberá resolver un misterio, cuando al cabo de las horas
sucede un asesinato (no diré de quien), y comprobará cómo por falta de
comunicación, dos personas han estado queriéndose toda una vida, pero nunca han
podido ni podrán disfrutar juntos de su amor, ya que un malentendido los ha
propiciado una situación que los ha separado para siempre.
El último de los casos es sin duda de estos
que de entrada, ya te dejan con la boca abierta. Y es que una tarde, en la
agencia de detectives de Kogoro, se
presenta ni más ni menos una mujer que dice ser: Fumiyo Edogawa, la madre de Conan Edogawa. Aterrado, Conan
ve como Ran lo entrega a esa mujer
convencida de que es su madre que por fin viene a recogerlo. Pero Conan no conoce de nada a esa señora ¿Y pertenece a la banda de los hombres de
negro? ¿Acaso lo han descubierto?
Espectacular quinto tomo, el mejor hasta la
fecha, superando los dos primeros que estuvieron geniales aunque sean
introductorios. Los casos de asesinato, si bien ya parece medio joda que
ocurran donde vayan Conan y Ran (decirles yeta ya es poco), se
vuelven más emocionantes, más al límite, con enredos personales tan típicos de Agatha Christie. Con un final así, en
mitad de una trama que tiene como eje el argumento principal de los hombres de
negro, difícil aguantarse mucho tiempo sin leer el próximo tomo recopilatorio.
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