22/08: Marmalade Boy – Vol. 4
(190 Págs.)
Wataru Yoshizumi – Editorial
Ivrea 2006
En este cuarto tomo de Marmalade Boy, se dejan de lado prácticamente
las situaciones románticas, centrándose mucho más en el drama, con algunos
destellos de humor para amenizar la opresión general, claro. Y es que se nota
que Wataru Yoshizumi, la mangaka autora de este
clásico del shojo del 90, empezó con una comedia romántica, con personajes
secundarios disparatados que le otorgaban un plus a la serie, pero que poco a
poco va a esbozando una trama, un hilo conductor de fondo más allá de la
situación humorística y disparatada de dos parejas de casados que se divorcian,
hacen “cambiasso” de pareja y sus hijos se enamoran. Ahora, a medida que va
avanzando la serie, se nos van abriendo puntas, subtramas, y por supuesto,
nuevos enredos románticos entre diferentes personajes.
Esto hace a Marmalade Boy una serie más completa, que te va enganchando, pero
como punto negativo, cabe señalar el dibujo. Wataru Yoshizumi, mangaka a la que habíamos visto en trazos finos y
rostros expresivos característicos del shojo, esta vez prescinde casi por
completo de los fondos, dejando muchas veces los espacios en blanco, algo que
realmente puede llegar a ser chocante. Obviando esto, tenemos un tomo
entretenido y con un final que te deja con ganas de más.
Este cuarto tomo se basa principalmente en una
extraña y secreta relación que llevan a cabo Yuu Matsura y el Presidente del Comité de Estudiantes, Satoshi Miwa. Esto ocasionará los celos
de Miki
Koishikawa, y unos graciosos
rumores sobre hombres mimosos entre sí. Este nuevo personaje, Miwa, funcionará por ahora básicamente
para complicar la relación entre la pareja protagonista, que está cada vez más
distanciada, y hasta con alguna que otra pelea. Finalmente, luego de tanto
misterio, se nos revela la verdad de Miwa,
y su relación con Yuu, que mejor no
exponer para no spoilear y arruinar la sorpresa. Sólo mencionar que es algo
grosso, complicado, nada de los disparates y escenas humorísticas que la serie
nos tenía acostumbrados. El enredo romántico, aparte del que Yuu y Miki protagonizan como pareja principal, tenemos el interés
romántico que Miwa tiene con Meiko Akizuki, aunque ella parece no soportarla y aún seguir
enamorada de su profesor (relación que vimos llegar a mal puerto el tomo
anterior).
En resumen, un tomo recopilatorio más
dramático (aunque las apariciones de los padres de Yuu y Miki siempre
aportan una cuota de humor tan necesaria como efectiva), en el que parece que
vamos dilucidando el pasado tan hermético de Yuu, algo que tendrá preocupada a la protagonista a lo largo de
todas las páginas. El final queda en suspenso, así que espero poder leer el
quinto tomo en los próximos días.
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