06/08: Watchmen (416 Págs.)
Alan Moore y Dave Gibbons – ECC
Ediciones 2013
Alan Moore, un
guionista inglés recién llegado al cómic estadounidense precedido por la buena
crítica y recepción que habían tenido anteriormente sus obras “V de Vendetta”
y “Miracleman”,
buscaba escribir una obra basada en superhéroes que no siguiese los cánones
típicos de las historias de estos contadas hasta el momento. Así que mientras
que el resto de guionistas buscaban conseguir que sus personajes fueran los más
fuertes, Alan Moore tomaba la senda
contraria, escribiendo una obra que ofrecía la cara oculta de los superhéroes,
sus miserias y debilidades. Es así como comenzó a hilvanar lo que sería su obra
maestra: Watchmen.
Tras en 1977 haberse
aprobado la Ley Keenne en la
que se declaraba ilegal todo tipo de enmascarados, el
grupo de superhéroes conocido como Watchmen
(los Vigilantes) decidieron
separarse tomando cada uno su propio camino: el Dr. Manhattan (junto a su pareja, Espectro de Seda) y el Comediante se pusieron al servicio del
gobierno, Búho Nocturno
retomó su pacífica vida, Ozymandias
se convirtió en uno de los empresarios más importantes del mundo. Todos
abandonaron su labor como superhéroes, menos
Rorschach, el cual siguió castigando los crímenes y demás
fechorías de forma ilegal siendo perseguido por la policía. Es este quien, 8
años más tarde, en 1985, cuando la Guerra Fría
se encuentra próxima a su apogeo, acude a la escena del crimen
del asesinato de Edward Blake, quien
resulta ser el antiguo superhéroe el Comediante.
Esto lleva a Rorschach a comenzar a
descubrir lo que parece ser un plan para
acabar con los enmascarados.
Pero esto no es más que el pretexto para sumergirnos en una obra altamente compleja y llena de historias secundarias
difíciles de resumir aquí.
Alan Moore nos presenta esta obra maestra
en la que teje una historia simplemente
genial, compleja
a la par que dinámica, la cual conseguirá atrapar desde la
primera viñeta al lector. Como ya hemos dicho, la obra cuenta con un
eje
principal que Alan Moore
usa para ir poniendo en marcha el resto de las historias secundarias,
las que realmente protagonizan el cómic. Estas historias secundarias se basan
en las relaciones personales entre estos y, siendo muy escuetos, creando algo
semejante a lo que se podría decir un ensayo sobre los
superhéroes: su función en la sociedad, sus perfiles
psicológicos, sus problemas. Y es que si algo contiene esta obra, es una
dura
y fuerte crítica social, llegando a reflejar mediante distintos
recursos lo peor de esta. Esto, junto a la gran cantidad de temas que
trata (la guerra y sus consecuencias, el poder, el determinismo), hace que sea
una obra de lo más completa que engloba en su historia las diversas temáticas
de forma brillante, haciendo que realmente Watchmen
sea algo más que una novela gráfica. Sobre estos personajes, de los cuales
el único con superpoderes es el Dr.
Manhattan, vamos descubriendo poco a poco sus relaciones,
sus pasados y sus personalidades,
las cuales se encuentran brillantemente definidas y diferenciadas del resto de
compañeros y de los numeroso secundarios igualmente bien creados, permitiéndonos
así la oportunidad de abordar los sucesos y el contexto desde distintos puntos
de vista.
Otro de los pilares del éxito en el que se
apoya Watchmen es el compañero de Moore, Dave Gibbons,
quien se encarga del apartado gráfico. Desde la primera viñeta podemos
observar el acierto con el que Gibbons
van plasmando la historia en cada escena, en cada página, pues, a pesar de ser
también bastante buenos, los dibujos en sí no son lo mejor que nos presenta el
dibujante inglés, sino la ingeniosa forma en la que Gibbons va desarrollando la escena viñeta a viñeta, mostrándonos
finalmente una página con un extraordinario mosaico.
La
edición de Watchmen de ECC Ediciones contiene 416 páginas
en las que podemos encontrar los 12 números publicados entre 1986 y
1987 que contienen la historia y gran cantidad de material adicional,
ya que al final de cada capítulo nos encontramos autobiografías ficticias
de los superhéroes o varios artículos, igualmente ficticios,
relacionados con estos o con los sucesos acontecidos en dicho capítulo.
Finalizando,
Watchmen es un claro punto de referencia
en el Noveno Arte y una de las mejores obras de ciencia ficción en
general, una obra narrada de forma
magistral compuesta por multitud de piezas y aspectos que Alan Moore hace encajar perfectamente.
No lo dudes, si te precias un amante del cómic y las buenas historias, vale el esfuerzo de
conseguir.
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