12/05: Dragon Ball
– Vol. 31 (192 Págs.)
Akira Toriyama – Ivrea Editorial 2012
Después de leer obras como la de ayer y
anteayer, sigo con ganas de leer algo divertido, con “swing”, donde hayan
chistes pero también acción, y de la nada, retomo una serie que hacía un año
que la tenía colgada, y no es otra que la mítica Dragon Ball, serie que fue publicada completa (impresionante suma
de 42 tomos recopilatorios) en el país por la Editorial Ivrea. Como es
una serie tan famosa, una de las catapultó la fama del anime en Occidente, en
Argentina hay pocos comiqueros que no conozcan mucho sobre esta serie, y es por
eso que las reseñas sobre este manga se me hacen más cortas que lo usual, tal
vez el motivo por el cual hace más de un año que tenía abandonada esta serie,
aunque tenga toda la serie completa por leer. Aún así, aclaro que este
trigésimo primer tomo, titulado “Cell se
Acerca”, recopila los capítulos 362 al 373, y cuenta con los argumentos y
los dibujos del mítico Akira Toriyama, que ya
contaba con la participación de Bird Studio, su
estudio de dibujantes que lo ayudaban a completar el ritmo de un capítulo por
semana, imitando su estilo de dibujo a la perfección.
Nos habíamos quedado en el tomo pasado, con el
encuentro de Piccolo y el monstruo
llamado Cell, que resulta ser un
androide hecho por biotecnología, quien venía asesinando y absorbiendo las
poblaciones de ciudades enteras. Toda esta primera parte del tomo, tenemos poca
acción, y más que nada nos enteramos de los planes de Cell de fusionarse con los Androides
17 y 18, para alcanzar su estado
perfecto y convertirse en el ser más poderoso del universo, cómo fue su origen,
qué relación tiene con Goku y los
demás, etc. Además, cuando Cell huye y empieza su matanza indiscriminada para
seguir absorbiendo energía, somos testigos también de los planes de Goku de
entrenar a su hijo Gohan para
superar el poder de un Súper Saiyajin, y también ayudar a que lo logren Vegeta y Trunks. Para eso, el autor nos trae devuelta algo que no veíamos
hace muchos volúmenes, algo que recién se lo menciona en el tomo 14 o 15, que
ni siquiera estoy seguro, y es La
Habitación del Tiempo y del Espacio, ubicado en el Templo de Kami Sama, que
les permitirá entrenar con tan sólo un día, todo el lapso de un año.
Luego sí, como no podía faltar, llegan las
escenas de machaca dura, de golpes y más golpes, patas, piñas, rayos súper
poderes, y destrucción a mansalva. Esto se da entre Piccolo (que se come todo este volumen, ganando todo el
protagonismo) y el Androide 17, y
luego entre ellos dos contra una amenaza común como es Cell, y hasta el Androide 16
se mete por fin a la batalla. El final es atrapante, por que Ten-Shin-Han, un “don nadie” para estos
seres poderosos, se sacrifica atacando al villano para ganar tiempo y que los
androides escapen. La escena de más gloria para este personaje en toda la
serie, a mi opinión.
Este volumen número 31 resulta raro porque
hace un corte a la Saga de los Androides, y crea un nuevo argumento, la llamada
Saga de Cell, porque deja de lado a los otros villanos, introduce uno nuevo, y
juega ahora con el concepto de que esta nueva amenaza no tiene que asimilar el
poder de los enemigos anteriores. Akira
Toriyama demostró con esta serie, que es un autor que logró hacer historia
para el manga, y el Noveno Arte por supuesto.
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