11/05: Asterix Vol. 3:
Los Godos (48 Págs.)
René
Goscinny y Albert Uderzo – Editorial Salvat 2011
De nuevo sigo con Asterix,
y con una serie que tenga aventura y sea gracioso, para seguir a tono con lo
leído en el día de ayer, y si hablo de Asterix, hablo de las desternillantes
aventuras de nuestros amigos galos. En esta entrega, nos metemos de lleno en el
poderoso y místico mundo de los druidas. Druidas que convivirían en paz con los primeros estadios romanos,
pero que a la llegada del cristianismo se erradicarían como fuente de
paganismo. Aspecto interesante el que acabo de mencionar. Roma, cuando empezaba
a construirse, se caracterizó por conquistar y por imponer su “Pax romana” como método
infalible para proteger las fronteras de su Imperio, apaciguando a los
sometidos por la sencilla vía de no robarles su identidad. ¿Y cómo? Preservando
sus costumbres, aceptando sus religiones, incluyendo a los dioses paganos,
incorporando las diferentes lenguas habladas en los territorios conquistados.
Dejo de lado esta mención a
la historia, que de seguro que el guionista René Goscinny
estaba al tanto para meter estas cosas dentro de esta aventura juvenil, esta
nueva aventura comienza en el verdadero epicentro del magnetismo del poder
druida, el bosque de los Carnutes, en donde el argumento girará en torno a la
reunión anual de los druidas de las Galias para competir y compartir sus
conocimientos. Panoramix acudirá
escoltado por Asterix y Obelix, y ya desde el principio nos
encontraremos con una supuesta invasión goda (de la Europa central), que
planean una invasión de las Galias y de Roma, pero para ello necesitaran la
ayuda del mejor druida galo, Panoramix,
quien está en la reunión del bosque junto a los druidas
Vemos entonces una nueva referencia a la
Francia de preguerra mundial, por las constantes alusiones a una invasión
germana, y de cómo los galos, en el cómic, se disponen a evitarla,
por lo menos en ese momento concreto de la historia y, a ser posible, por unos
cuantos siglos. Para mejor ilustrar este aspecto, no hay más que ver las
indumentarias de los godos, cascos típicos alemanes, del ejército prusiano, y
después del alemán de mitad de siglo. Sus andares también tienen referencia,
reproduciendo el “paso de la oca”
característico nazi.
Sin embargo, en la aventura de los dos galos
por rescatar a su amigo druida, también tenemos muchas escenas de humor como es
característico en esta serie, como el lío que tiene Obelix confundiendo godos, visigodos, ostrogodos desde el principio hasta el
final de la historieta. Y no podía faltar, claro que no, el aspecto
gastronómico. Una vez más, Asterix
estará repleta de referencias a la gastronomía, tantas que pude contar como
veintiocho menciones, directas e indirectas, de entre las que cabe destacar
alguna de las invenciones de los druidas, sopas en polvo que se rehidratan y
quedan listas para comer, una prematura, precoz y a destiempo “olla a presión”, y hasta una bota de vino.
Me sigo divirtiendo como un chico leyendo
estos cómics, y puedo comprender, yo que no lo leí en mi infancia, porque pega
tanto para cualquier chico que comienza con este cómic. Desde las aventuras
increíbles y a la vez disparatadas que viven los personajes, hasta ese dibujo
amable y expresivo de Albert Uderzo, todo lo
que contienen estos álbumes europeos pueden cebar a cualquier chico, y hasta
los grandes lo encuentran divertido, y eso no es poca cosa.
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