02/04: El Árbol que Da Sombra – Vol. 3 (336 Págs.)
Osamu Tezuka – Planeta DeAgostini
2006
A lo que ya dije
cuando leí los dos primeros tomos, añado que quien busque un manga
de samuráis donde dejarse llevar viendo peleas imposibles o cosas por el estilo
huya del manga que hoy nos ocupa, El
Árbol que Da Sombra. Eso sí, quien quiera un manga histórico perfectamente
ambientado en uno de los momentos más interesantes de la historia de Japón, un
periodo convulso donde hay lugar para las intrigas políticas, batallas, combates,
amor, algún que otro toque cómico y, en definitiva, quien quiera ver cómo
cambió el país prácticamente de un día para otro, derrumbándose totalmente un
sistema que había funcionado durante 250 años, contado de una manera muy
realista debería lanzarse a por esta serie.
Osamu Tezuka, quien otro si no, narra con maestría tanto
acontecimientos que ocurrieron realmente al final de la era Edo como otros
inventados por él pero que perfectamente pudieron ocurrir, y a lo largo y ancho
del manga se dan cita tanto personajes reales como inventados. De hecho, de los
dos protagonistas, uno es inventado, el samuráis
de bajo rango Manjiro, y otro real,
médico y bisabuelo del autor, Ryoan
Tezuka.
Este tercer tomo se divide claramente entre
las historias de ambos personajes. Con una primera parte intensa, en la cual Manjiro se debate entre la lealtad hacia
el shogunato y hacia los dos embajadores norteamericanos. Ambas partes envían a
Manjiro espiar al otro, y éste va a
tener que elegir qué camino elegir, cuál será la mejor opción para honrar su
orgullo de samurai. Y para que todo sea complicado, tenemos el asesinato del
padre de Manjiro, de manos de
samuráis que buscaban asesinar al padre de Ryoan
Tezuka por ser representante de la
medicina holandesa y occidental. El samurai buscará venganza, tendrá problemas
amorosos perfectamente retratados con condiciones de la época (desigualdad de
clases sociales en la sociedad japonesa feudal), y hasta tendrá que enviar a un
alto funcionario un pedido para abrir un centro de vacunación en la ciudad de
Edo. Tezuka nos narra sin pelos en la
lengua los complots políticos, los problemas de traducción entre dos idiomas y
culturas que recién comenzaban a cruzarse, la corrupción arraigada en una
nación que no deseaba abrir sus fronteras y perder su status social, etc.
La historia de Ryoan tiene un vuelo menor, y se basa principalmente en sus
dificultosos estudios de medicina, y sus problemas de personalidad al ser un
mujeriego empedernido. Y esto le traerá más que una complicación.
El dibujo más ochentoso del Manga no Kamisama
es agradable a los ojos, y se despoja de los gags humorístico que aún abundaban
en las obras de al década del 70 que dibujaba Tezuka, que no pegaban muy bien
en temas serios y una lectura orientada al público adulto.
Lo dicho, quien busque un buen relato histórico y de samurais pero sin abocarse en la acción, con El Árbol que Da Sombra tienen un manga hecho a medida.
Lo dicho, quien busque un buen relato histórico y de samurais pero sin abocarse en la acción, con El Árbol que Da Sombra tienen un manga hecho a medida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario