20/06: Metrópolis (109
minutos)
Rintaro – Madhouse – 2001
Si me guío por los nombres, tenemos una película
de animación de gran envergadura. Y es que cuenta nada más y nada menos que con
la dirección de Rintaro (creador junto a Osamu Tezuka de Astroboy) y como guionista a Katsuhiro
Otomo, mundialmente conocido por llevar a la gran pantalla a Akira (ya reseñada el mes pasado). Si
a eso le sumamos que se encuentra basada en el manga homónimo de Osamu Tezuka (reseñado también el mes
pasado) y que también se basa vagamente en la épica Metrópolis de Fritz Lang
de 1927, estamos ante un film que puede transformarse en un clásico de la
animación.
Ambientada en una gran ciudad del futuro, Metrópolis, donde humanos y robots
comparten el mismo suelo y donde las clases sociales dejan patente las
desigualdades entre sus habitantes. El detective Shunsaku Ban y su sobrino Kenichi llegan a la ciudad siguiendo la
pista del Dr. Laughton, un
traficante de órganos. Si bien Metrópolis posee un gobierno formal, el
verdadero poder es ejercido por el potentado conocido como el Red Duke (Barón Rojo), creador del edificio más imponente de la ciudad: el Ziggurat. Red Duke posee secretos planes para obtener el control total de la
ciudad y del resto del mundo, ya que ha desarrollado una poderosa arma que se
encuentra oculta en el Ziggurat.
Contando con su milicia privada (conocida como los Marduk, y lideradas por su hijo adoptivo Rock), se prepara a dar un golpe de estado, y para ello le ha
encargado al Dr. Laughton la creación
de un ser artificial capaz de manejar la súper arma. Pero los celos de poder de
Rock terminan por atentar contra los
planes de su padre, y muy pronto Shunsaku
y Kenichi se verán involucrados en el
asunto, intentando desmantelar la conspiración del Barón Rojo.
Por el lado del director, podríamos decir que
por momentos Rintaro se pasa con los
escenarios grandiosos, que aunque son estéticamente descomunales, la historia
termina descuidada. El guión de Otomo
tiene un montón de cosas interesantes, incluyendo varias influencias extras del
Metrópolis
de Fritz Lang que el manga
original no tenía. Hay una fuerza fascista
que controla la ciudad, existe un completo prejuicio contra los robots,
a los que se les atribuye atentados terroristas (una subtrama que es abandonada
en el film sin ningún tipo de explicación), hay fuerzas rebeldes que complotan
con los políticos de turno para acabar con Red
Duke; está el demente hijo adoptivo (el personaje más interesante de toda
la película) que busca a los protagonistas para asesinarlos. El tema es que los
héroes no son ni por asomo heroicos ni carismáticos (un niño; un viejo haciendo
payasadas); la historia de la súper arma aparece de la nada, sin muchas explicaciones,
y el tema de la chica robot termina siendo un cliché para generar un clímax de
explosiones, pero en absoluto resulta interesante (al menos tal como lo expone
la película, que le falta mucho de sentimiento trágico).
Es
un film al que le falta algo de atmosfera, pero derrocha escenarios
espectaculares para quedarse admirado.
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