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miércoles, 24 de febrero de 2016

24/02: DMZ Vol. 7: Poderes Bélicos



24/02: DMZ Vol. 7: Poderes Bélicos (168 Págs.)
Brian Wood, Kristian Donaldson y Riccardo Burchielli – Planeta DeAgostini 2010

A "DMZ", una colección de la marca Vertigo recomendada para seguidores de sagas "cercanofuturistas" como "Y, The Last Man" o "The Walking Dead", le ha pasado a la altura de sus números 35-41 algo parecido que lo que a su protagonista: No vamos a decir que sea brillante, pero se las apaña mejor que bien para mantener el tipo (y el ritmo). Esos siete números son los que componen el tomo que ha publicado Planeta DeAgostini, "Poderes Bélicos", en el que el periodista que protagoniza la historia, Matty Roth, continúa espabilando para moverse como pez en el agua en el contexto de la segunda guerra civil americana. Nueva York es el escenario, donde confluyen los frentes de los USA, los FSA y las fuerzas locales del tercero en discordia, Parco Delgado, electo gobernador del ojo del huracán, la DMZ.

 "Poderes Bélicos" es un volumen con tres partes que veréis claramente si miráis el perfil del libro por el lado opuesto al lomo: Papel blanco, papel negro, papel blanco, o lo que es lo mismo: "La isla" (2 capítulos), el principal "Poderes Bélicos" (4 capítulos) y una historieta "corta" titulada "Zee, DMZ".
 "La isla", el relato de un acuerdo tan imprevisible que hasta resulta verosímil, usa algunas imágenes que recuerdan a Guantánamo o a Abu Ghraib, aunque en realidad va de un palo distinto. Dibuja
Kristian Donaldson, que no lo hace mal aunque su estilo "amigable" quizás no sea el más adecuado.
 "Poderes Bélicos" opta por el estilo más rudo de
Riccardo Burchielli, un contraste visual que le pone unos cuantos añitos encima a Matty. Esta trama es la que da el nivel actual de "DMZ", porque plantea una premisa creíble que pone a toda una serie de jugadores en acción: Sí, Parco Delgado se lo ha montado muy bien, pero si quiere que su pequeño reino se asiente, necesita dinero. Ahí entra una leyenda urbana: El oro de Chinatown. Si es real, Matty debe encontrarlo. Si es falsa, Parco se las verá y se las deseará para salir adelante. Los cuatro capítulos están magníficamente desarrollados por Brian Wood, el guionista, que recupera tanto a un temible oponente como a unos apreciados Fantasmas, además de mostrarnos con acierto las circunstancias apremiantes y el estado emocional del protagonista.
 Este "DMZ" resulta, en definitiva, un notable ejercicio de ficción bélico-política capaz de captar nuevos lectores. Súper recomendable para los que quieran comprar el TPB en inglés o pueden conseguir por algún dealer esta versión en español.

viernes, 24 de julio de 2015

24/07: DMZ Vol. 4: Fuego Amigo



24/07: DMZ Vol. 4: Fuego Amigo (130 Págs.)
Brian Wood, Riccardo Burchielli, Nathan Fox y Kristian Donaldson – Planeta DeAgostini 2009

Este es el cuarto volumen de esa magnífica serie que es DMZ. El tomo en cuestión recoge el arco argumental Fuego Amigo (DMZ #18-22) para el que el guionista y creador de la serie, Brian Wood, contó nada más y nada menos que con tres dibujantes principales: el artista regular de la colección, Riccardo Burchielli, que se encarga de narrar los vericuetos que siguen en el presente las andanzas de Matty Roth; Kristian Donaldson, que se encarga de sustituirlo en el número #20 como ya hizo en el número autoconclusivo sobre Zee Hernández (#11); y, finalmente, Nathan Fox (de trazo “feo”) que se ocupa de ilustrar los flashbacks relativos a sendos personajes relevantes en la trama del arco. La edición, como en los tomos anteriores, de muy buena calidad al español por Planeta DeAgostini.

 A nivel argumental, Brian Wood demuestra una vez más que sigue manteniendo el mismo tono incisivo y crítico con cuantos aspectos de los conflictos bélicos contemporáneos centran los guiones. De hecho, su tratamiento en esta ocasión de las decisiones militares y las matanzas de civiles por error (en concreto, las que afectan a los ciudadanos del propio bando) daría para horas de conversación y múltiples puntos de vista. Lo mejor de todo, sigue siendo que en lugar de proporcionar una visión sesgada o partidista del tema, Wood opta por lo que considera que es verdaderamente poner el dedo en la llaga: hacer preguntas y dejar que nos las contestemos: ¿quiénes son los soldados rasos que participan en una guerra, de dónde han salido y qué motivos les han llevado a alistarse? ¿Cómo nos contentamos ante cualquier problema por grave que sea con la simpleza de encontrar un “chivo expiatorio” a quien culpar? ¿Cómo se manipula la opinión pública? ¿Cómo es posible la paz en una sociedad fracturada donde subyace el odio? ¿Qué responsabilidad tienen los mandos en el comportamiento de las tropas a su cargo?
 En definitiva, con el nuevo número los lectores aficionados a esta serie volvemos a tener lo que buscamos en ella: la virtud de un discurso necesario y no maniqueo en lo que a periodismo y conflictos bélicos desde el punto de vista de los civiles se refiere. Wood gestiona y justifica conceptualmente la incorporación de dibujantes invitados, y consigue hacernos vibrar con la tensión que provoca a cada página.