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lunes, 3 de octubre de 2016

03/10: Krantz



03/10: Krantz (88 Págs.)
Jorge Morhain y Horacio Lalia – Deux Studio 2012

Volvemos al terror que protagonizará las reseñas del blog, y es el turno de la reseña de una historieta nacional abocada a este género. Jorge Morhain y Horacio Lalia hacían Krantz allá durante el esplendor de la revista Skorpio. Por entonces, las ventas de ese material a Italia sostenían el sistema de producción local. De modo que los autores debían constreñirse a los requisitos de dos mercados, el argentino y el italiano. Desde Europa, justamente, llegó el pedido de dar de baja la serie cuando esta iba apenas por el tercer episodio. Los autores tuvieron que darle un giro rápido y un cierre intempestivo a las aventuras del ser enviado del futuro para corregir la historia. Una punta de años más tarde, se sacaron las ganas de hacerlo tal y como querían.

Esta nueva versión es la que presenta ahora Deux Studio. Un Krantz versión 2012, rehecho desde cero, redibujado, aggiornado y vuelto a narrar. Una versión inédita en español que aparece primero en el mercado que la rechazó por sus críticas a la Iglesia Católica, y que ahora espera con ansias las páginas que Lalia aún no (re)dibujó. En el libro se incluyen cinco historias autoconclusivas (aunque continuadas), de modo que ya esta edición incluye historias que jamás llegaron a publicarse en su expedición original.
¿Cómo es esta reversión de nuevo siglo? En principio, es difícil de encasillar temporalmente. Es cierto que es historieta clásica, de aventuras y serializada como lo era la original. Pero también es verdad que en su narrativa es mucho más moderna: hoy Morhain apenas si usa cuadros de texto y el peso del relato recae en los diálogos y en el plumín poderoso de Lalia.
 La historia es una mezcla de fantasía, historia, ciencia ficción y terror. El guionista juega en los espacios libres que quedan entre los géneros, contando la historia de una suerte de clon/enviado del siglo XXXVIII que busca “corregir” la historia. Krantz, el protagonista que da nombre al libro, queda varado en el siglo XVI y se ve envuelto con figuras de la época, desde Nostradamus hasta Catalina de Medici.
 El trabajo de guión de Morhain es bueno, aunque quizás se hubiese necesitado algunas páginas más en ciertos episodios. Por momentos se ve obligado a resolver muy rápido la acción, pues tuvo que invertir algunas páginas en replantear el contexto en que el protagonista interviene en la historia del Renacimiento europeo. En esta riqueza de ambientación de la serie está una de sus fortalezas pero, también, una dificultad para la narración. El guionista constantemente debe presentar y contextualizar personajes históricos, un detalle del que no puede prescindir, pues resulta clave para el trasfondo.
 Si bien falta un segundo tomo para concluir la historia, este libro se anticipa imprescindible para los cultores del género y la historieta de aventuras. Una lástima que Deux no haya publicado el último tomo, pero no es de extrañar con semejante editorial que por suerte ya no atormenta a los lectores con sus publicaciones incompletas

sábado, 3 de octubre de 2015

03/10: Los Ojos de La Pantera y Otras Pesadillas



03/10: Los Ojos de La Pantera y Otras Pesadillas (152 Págs.)
Horacio Laila – Ediciones Colihue 2008

Si hablamos del terror, en Argentina tenemos un dibujante excepcional para el género, y no podía dejarlo pasar. Horacio Lalia, maestro de la historieta de terror, adapta en este libro algunos de los cuentos más maravillosos del género. Aquí se representan obras de Edgar Allan Poe, Ambrose Bierce, Clark Ashton Smith, Fritz-James O'Brien y M. R. James, entre otros. Lalia, que cuenta con una trayectoria importantísima como historietista, y que ha trabajado con muchos de los más grandes representantes del género, logra atrapar a los lectores en cada una sus páginas, con dibujos cautivadores en los que lo monstruoso toma diferentes formas: un enmascarado que trae la peste, criaturas venidas de otros mundos, panteras demasiado humanas, un gato encerrado en un ataúd. Todo esto, sin dejar de lado muchas veces el humor, fiel compañero del miedo.

En este libro, se publican las historias de aquellos creadores apasionados y talentosos que, durante y después del horror y la vergüenza de los años oscuros del proceso, fueron haciendo una obra tan personal como marcada por las circunstancias, y debe ser esa la razón de que el maestro Laila las haya elegido y adaptado.

Estas historias recopiladas (12 en total, de 6 a 12 páginas de extensión) están plagadas de terror indescriptible para los hombres, un terror que no puede ser nombrado, a veces personificado por animales salvajes, monstruos salidos de las más horrorosas pesadillas o simplemente el propio miedo. Al ser cuentos adaptados de escritores de otra época, los protagonistas se enfrenten a lo desconocido, en locaciones perdidas en el mundo como castillos fantasmales o cabañas abandonadas.

 El dibujo de Laila es para el disfrute del lector, lo vemos utilizar juego de sombras y calidad en la puesta de página y las expresiones horrorizadas de los personajes, pero no lo vemos adentrarse en la experimentación, si no que apuesta por un dibujo más tradicional.
 Publicado por Colihue, en esos libros grandes y naranjas, sirven para que cualquier lector pueda adentrarse en el dibujo y el terror de un maestro como Horacio Laila.

viernes, 3 de octubre de 2014

03/10: Cuentos Edgar Allan Poe



03/10: Cuentos Edgar Allan Poe (96 Págs.)
Horacio Lalia – OjodePez 2011

Horacio Lalia es uno de los adaptadores más fecundos de la historieta argentina y –además de su trabajo original-­ “tradujo” al lenguaje de las viñetas decenas de relatos y cuentos. Entre sus ejemplos más célebres figuran sus abordajes de Lovecraft y los que hoy nos ocupan: los Cuentos de Edgar Allan Poe. El sello Ojodepez  armó una selección de nueve de estos relatos y los recopiló en un bonito libro. La cuestión con Edgar Allan Poe: Cuentos es que como su título hace suponer, esta más cerca de la literatura ilustrada que de la historieta propiamente dicha. Por supuesto, Lalia incluye viñetas, globos y cuadros de texto, todos los elementos corrientes del lenguaje del cómic. Su dibujo magnífico recorre de punta a punta el libro, pero el quid de la cuestión radica en que basta leer los textos para seguir las historias. Con la excepción notable de El retrato oval, en general el dibujo es un simple suplemento que tributa a las palabras del escritor.

 Claro que la adaptación de la obra de Poe no es sencilla, menos la dedicada al terror. El poeta narraba en primera persona y el método de trabajo de Lalia consiste en seleccionar pasajes relevantes de la obra original para plasmarlos en el papel. Es muy difícil adaptar a los grandes maestros del terror, que suelen enfocarse en la perturbación del alma del narrador, al lenguaje expositivo de las viñetas, que suele contar los hechos desde la perspectiva del narrador omnisciente o la mirada del panóptico.
 Esto, además, sumado a otra cuestión fundamental: un cuadro de texto puede salvar una hilera de viñetas o incluso un par de páginas, que es lo que demandaría transformar un párrafo de buena literatura en una secuencia sólida de historieta. Esta transcripción entre lenguajes narrativos no es fácil de salvar.
 Por otro lado, la maestría con el dibujo académico clásico que esgrime Lalia es tal que pone en entredicho lo anterior. Si bien el texto prima en lo narrativo, la gráfica obliga a la vista a fijarse en las viñetas. Las páginas iniciales de El retrato oval, de El corazón delator, de La máscara de la Muerte Roja y ciertos pasajes de Hop Frog son de una potencia indiscutible.

 Lalia construye sus páginas con una solidez irrebatible. Es riguroso en cada cuadro y deslumbra en cada plano general, tanta es la cantidad de detalles y personajes secundarios anónimos que dibuja, tal el cuidado escenario que propone. Lo hace todo sin perder nada de balance en la composición de la imagen. Además, entremezcla técnicas con sutileza y disimula pequeños collages con fotografías y otras tramas en el trabajo de plumín. Sin dudas, el co-creador de Nekrodamus es uno de los maestros argentinos del dibujo de época y de terror.