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miércoles, 14 de octubre de 2015

14/10: Antología Zombi



14/10: Antología Zombi (96 Págs.)
Salvador Sanz, Mauro Mantella, Facundo Percio, Germán Peralta Carrasoni, Renato Guedes, Diego Agrimbau, Agustín Graham Nakamura, Rodolfo Santullo, Gonzalo Duarte, Juan Manuel Tumburús, Alejandro Aragón, Ricardo Romero, Pablo Churín, Robert Kirkman y Charlie Adlard – Ovni Press 2013

Tuve la visión norteamericana y japonesa del apocalipsis zombi, y con este libro, una visión local y argentina de este género. Un buen tino comercial (aunque algo tarde) de parte de Ovni Press, que por fin una editorial argentina se sube a la fiebre zombie. Editorial que también edita la historieta de Walking Dead en Argentina, como reseñé hace dos días. Este tomo es una edición con historias de zombies hechas principalmente por autores argentinos, aunque también hay espacio para otros autores, como Renato Guedes de Brasil, Guillermo Hansz de Uruguay o Rodolfo Santullo radicalizado también en Uruguay pero nacido en México. Como si tener una antología con tantos autores no fuera poco, para los seguidos de The Walking Dead, también publican una breve historieta de 8 páginas, que tiene el origen de Michone (personaje de este cómic), que entretiene pero no aporta mucha originalidad, con guión de Robert Kirkman y dibujos de Charlie Adlard.

 Para no spoilear y comentar la mayoría de todas estas historias cortas, hago un breve resumen. Tenemos una entretenida historia de la mano de Salvador Sanz, dibujada como los dioses, que le aporta una vuelta de rosca a los relatos apocalípticos. La historia que comparten Renato Guedes y Germán Peralta Carrasoni no me llamó la atención, ya que funcionan como preview de una historia mayor, no me logró enganchar.
 Me lleve una muy buena sorpresa con Mauro Mantella, de quien no me había leído ninguno de sus cómics, pero aquí la lleva muy bien con dos historias. Una funciona como un chiste corto de tres páginas dibujadas por Alejandro Aragón, y la que más me gusto de todo el libro, dibujada por Facundo Percio, tiene una narrativa y enfoque que funciona, con una idea muy original para un género del que ya esta casi todo dicho.
 La dupla entre Santullo y Hansz narran una historia de muertos vivientes atípica, ambientada en el Haití del siglo XVIII. Gonzalo Duarte y Juan Manuel Tumburús realizan una historia cortita, que entretiene aunque no apunte a indagar en el mundo apocalíptico ni a mucho más. Diego Agrimbau escribe una historia con cinismo y mala leche, que dibuja Agustín Graham Nakamura, aunque no logra plasmar todo su talento en una historia cortita y con poca acción.
 La antología finaliza con una historia escrita por Ricardo Romero y dibujada bellamente por Pablo Churín. Es original, entretiene, y aborda a los zombies desde otra perspectiva.
 Mi conclusión, es que es un libro recomendable, a cualquier lector y mucho más para los fanáticos del género. Los autores logran buenas historias cortas, y sólo criticaría los pin-up e ilustraciones que le quitan espacio a que pueda haber una historia más.

viernes, 16 de mayo de 2014

16/05: Dengue



16/05: Dengue (96 Págs.)
Rodolfo Santullo y Matías Bergara – Grupo Belerofonte 2012


No aguanté mucho tiempo y vuelvo con el guionista uruguayo Rodolfo Santullo, autor del cómic 40 Cajones reseñado hace unos días. Esta vez hace equipo con su compatriota Matías Bergara en dibujos, y el dúo funciona a la perfección y en esta obra la descosen. Tanto es así que la obra fue publicada gracias a la Ley de Fondo Concursable para la Cultura que entrega la Dirección Nacional de Cultura de Uruguay. Y por si esto fuera de poco, se convirtió en el cómic más vendido en el país oriental. Y hasta podríamos estar hablando de una historia con aires a El Eternauta, pero ubicado en Montevideo en lugar de Buenos Aires (los protagonistas no pueden salir a la calle si no es con un traje especial como un homenaje), no en vano los autores dedican la historia a Oesterheld y Solano López, los autores de El Eternauta.

 Hablando de la historia en sí,  estamos en un futuro próximo de tintes apocalípticos, donde los mosquitos oscurecen los cielos de Montevideo. Cuando una persona es picada por un mosquito portador de dengue, tiene inmunidad. Con dos picaduras, es peligroso. En la historia ha habido una mutación del virus. La versión hemorrágica sigue campeando (de hecho, basta observar la segunda página para ver cómo el trabajo de Bergara nos introduce pronto en el horror: los cielos amarillentos, los verdosos infectados en sus carpas de tul y las montañas de cuerpos en la calle que recuerdan las imágenes que todos hemos visto alguna vez del Holocausto); pero a este cataclismo sanitario se suma la existencia de mutantes: híbridos hombres-mosquito, el resultado de haber sido infectado por tres serotipos del virus. ¿Cómo es esto posible? ¿De dónde viene la variante que produce la mutación?


 Santullo construye, también, una historia híbrida, entre lo policial y la ciencia-ficción. En el IDED (instituto gubernamental dedicado a la investigación del dengue y a la búsqueda de una solución definitiva) ha habido un asesinato. Aquí entra en juego el protagonista de la historia, el sargento Pronzini. El acierto de Bergara en la caracterización de Pronzini es notable: la complexión, fisonomía y gestualidad del personaje se corresponden con sus rasgos psicológicos e intelectuales. Descuidado, informal, desencantado, escéptico, corajudo más que valiente, “derecho” más que idealista. No es un anti-héroe, pero no le interesa ser un héroe. Una vez instalada la situación (salir con trajes a la calle, el Estadio Centenario cerrado en un domo), aparece la coprotagonista de la historia, la periodista Valeria Bonilla, caracterizada con ambición y determinación. Rápidamente, pese a sus diferencias iniciales, Bonilla y Pronzini quedarán en el mismo bando, luego de la aparición de El Príncipe, que es un ario perfecto (alto, musculoso, rubio) excepto por las cuatro alas membranosas en su espalda. El caso es que El Príncipe es una versión perfeccionada de hombre-mosquito que viene a ofrecer un trato: convivencia pacífica entre humanos y mutantes. A partir de ese punto, comienza el clímax de la historia, una escalada de acción que incluye más mutantes, crímenes, persecuciones y tiroteos en la Ciudad Vieja.

Algunos aspectos que no quiero dejar de señalar: Las referencias humorísticas de Pronzini se apoyan casi siempre en la mención de cierta cultura audiovisual, estableciendo un diálogo cruzado con ese bagaje que el lector trae consigo. Esto lo convierte en un personaje auto-consciente de su condición de criatura ficticia y de su rol en la historia. Santullo utiliza este recurso sólo con Pronzini, los demás personajes viven plenamente en el mundo de la ficción, y esa dosificación es la que le permite construir una historia que no se convierta en una parodia.

 De hecho, más allá de todo, “Dengue” es una obra serie y que además tiene como condimento una fuerte crítica al sistema. Pronzini observa cómo aquellos que pueden viven protegidos en sus casas, respirando el aire purificado que sale de sus acondicionadores, mientras los habitantes de los cantegriles ahuyentan a los mosquitos con el negro humo que sale de la basura quemada en tanques. Conoce también las maneras de funcionar de la política, el mercado, los medios de comunicación. Y Es más fácil imaginar una invasión de mutantes hombres-mosquito en Montevideo que soñar con canales de televisión que no se aprovechen de la alarma pública o empresas que no consigan volver rentable el horror. Es por eso que en el final, de manera prágmatica Pronzini se pregunta: “¿Qué hace la “gente común” en este orden dado de las cosas?”. “Seguimos como se pueda” se contesta.

domingo, 4 de mayo de 2014

04/05: 40 Cajones



04/05: 40 Cajones (56 Págs.)
Rodolfo Santullo y Jok – Pictus Ediciones 2012

Luego de reseñar una historieta nacional, hago una mezcla con los hermanos orientales, y reseño un cómic realizado por el dibujante argentino Jok junto al guionista uruguayo Rodolfo Santullo para los mercados españoles e italiano (la empresa de celulares Vodafone y Aurea Editoriales, respectivamente), y que aquí publicó recientemente Pictus en su colección Factor Fantasía. Esta historia es en realidad una adaptación particularmente libre de un capítulo de Drácula, de Bram Stoker, cuando la goleta Démeter transporta de Rumania a Inglaterra su célebre carga de tierra y un peligroso polizón.

 Santullo y Jok narran el viaje del barco que transporte al célebre vampiro victoriano hacia Inglaterra, con la salvedad de que el conde apenas aparece más que en avistajes fugaces y en alguna de las formas animales que adopta. Todo el relato que monta la dupla es un cuento de barco maldito en que los miembros de la escueta tripulación van desapareciendo, hasta enfrentar a los sobrevivientes a un destino inevitable, siempre narrado por la bitácora del capitán Strogoff. En este sentido, 40 Cajones es un trabajo estrictamente de género, donde el trabajo técnico del guión es irreprochable.
 El que se destaca particularmente, en cambio, es el dibujante argentino. Jok hace un trabajo estupendo tanto en la narrativa como en la construcción de climas. Por un lado porque monta cantidad de secuencias cortas bien elaboradas, y por otro porque en sus tintas aporta enorme vitalidad a cada cuadrito. La disposición de cada elemento y objeto hace pensar todo el tiempo en un lugar y un contexto realmente habitado por los personajes.

El color también juega un papel importante en la construcción del clima. Aquí el cielo puede ser bordó o púrpura (como en la portada) y el mar verde musgo. La elección de la paleta se siente natural y ayuda a fortalecer el verosímil del relato. Palabras finales sobre el trabajo del dibujante para la paciencia puesta en cada barco, barcaza y aparejo que capea cada tormenta. Pareciera que Jok no se aburre jamás de hacer mástiles y velámenes.

  Aunque la historia comience con el final, cuando la goleta Démeter es encontrada en el puerto de Whitby con el único tripulante (su capitán) muerto, y la historia transcurra mayormente en un barco, el guionista mantiene bien los tiempos narrativos (con la intriga necesaria, pese a las dificultades de trabajar sobre una obra conocida) y su guión cumple sobradamente con cuanto se puede pedir a una obra de su tipo. Un muy buen homenaje a Drácula y al género de vampiros, desde una óptica interesante y  abordándolo con el terror desconocido, que no te permite parar de leer hasta saber cómo sucede lo que ya viste al principio de la obra que sucede, y eso es un gran logro.